donostia - El pasado jueves 14 de diciembre tuvo lugar la IV jornada Labo (Laboratorio de Propuestas Escénicas) en el espacio Convent Garden de Donostia. Las jornadas Labo son una iniciativa impulsada por la plataforma cultural Node, que busca crear su propio contenido escénico y performativo además de promover nuevos espacios artísticos. El objetivo de las jornadas es el de transformar Convent Garden en un espacio abierto donde las diferentes propuestas escénicas tengan un lugar donde representarse.
A diferencia de sus anteriores ediciones, la totalidad de la jornada se desarrolló en el Salón de Convent Garden, comenzando con la interpretación por parte de Leire Otamendi y Oihana Vesga de la pieza Nere Azalean Arrotz, de la coreógrafa irundarra Myriam Pérez Cazabon.
Tras finalizar su formación en la universidad artística Codarts (Rotterdam), Myriam Pérez dio sus primeros pasos en la creación junto a Nerea Urbieta y Marta Ortega con su primera obra: Nosotras y la pieza. Sus siguientes piezas, Tentativa y Ejercicionúmero2, creadas junto al cineasta Víctor Iriarte y la música Maite Arroitajauregi, fueron subvencionadas por el Gobierno Vasco.
volver a crear Colabora como intérprete y coreógrafa en diferentes proyectos, entre otros, con la compañía de teatro Hika, así como con la compañía de danza Ai Do Project-Iker Arrue, combinando dicha actividad con la pedagogía desde 2004. Tras un breve paréntesis, en 2016 volvió a la creación siendo Nere Azalean Arrotz, la interpretada el jueves pasado, una de sus obras más recientes.
La pieza en cuestión se basa en la idea de estar sin ser, partiendo del concepto de la presencia. A lo largo de sus 20 minutos de duración, se reflexiona sobre la transformación que sufre la presencia y la ausencia de la persona cuando surge una ruptura en su ser y siente como extraños los modos de estar y de actuar que hasta entonces le habían sido válidos.
Capas Después de un pequeño intermedio, Oihana Varela estrenó su última pieza de danza contemporánea, Trans-Lúcido, interpretada por Ane Payer, Marina Scotto e Iñaki Carrera. La tesis de esta obra es que el cuerpo humano tiene diferentes capas; algunas son de protección, y otras, más permeables y transparentes. A través de esas capas mostramos la parte de nosotros que queremos que los demás vean, pero no nos damos cuenta de que todo se ve y que también dependemos de la mirada del otro.
Entre los últimos trabajos artísticos de Oihana Varela destaca una vídeo-danza llamada Reseteo que ha sido seleccionada en tres festivales: Nicosia Dance Lab (Chipre), Tipperary Dance Festival (Irlanda) y Zinetika Dance Film Festival (Euskadi).
Además, Varela ha desarrollado un método propio de entrenamiento llamado Osteopatía aplicada a la danza que integra sus conocimientos sobre la osteopatía y sobre cómo entiende el movimiento con la improvisación.
Es el fruto de tres años de laboratorio investigando el movimiento, de dónde viene, cómo utilizarlo para improvisar y, por supuesto, que sea saludable. - N.G.