patrimonio. Las máquinas emprendieron ayer el derribo de las villas Kanimar-Kanasi en Ondarreta, dos meses después de que se eliminara la que albergaba el restaurante Chomin. La asociación de defensa del patrimonio Áncora denunció que el Consistorio autorizó el derribo de ambas (a través de un certificado de acto presunto por silencio administrativo, aunque no había transcurrido el plazo máximo según Áncora) el mismo día en que anunció que suspendía las licencias de derribo para analizar el valor de toda la zona. Foto: R. Plaza