Tres obras para un único getariarra
Casi cinco siglos después de que Juan Sebastián de Elcano diera la vuelta al mundo por primera vez, sigue en la memoria de su localidad natal, Getaria. Dos estatuas y un monumento harán que ese recuerdo se mantenga vivo por siempre.
Si de algo pueden presumir los getariarras es de Juan Sebastián de Elcano, la persona que encabezó la primera vuelta al mundo en 1522. Esa gran hazaña le llevó a ser conocido en todo el mundo y, como no podía ser de otra manera, Getaria, su localidad natal, le recuerda con tres obras: un monumento en la entrada del municipio, una estatua de bronce en la plaza Elcano y otra estatua de mármol frente al Ayuntamiento.
El monumento fue edificado entre 1922 y 1924 con motivo del IV Centenario de la vuelta al mundo, pero las dos estatuas son anteriores y se incluyen en un “movimiento del siglo XIX”, como relata el historiador Xabier Alberdi. Fue en aquella época cuando además de estas dos estatuas, se construyeron obras de Churruca, Okendo y Aita Mari, en Mutriku, Donostia y Zumaia, respectivamente. Sin embargo, las representaciones para recordar al ilustre marinero comenzaron dos siglos antes.
Serán pocos los que sepan de la existencia del primer monumento realizado en honor a Elcano, que por cierto también es el primer monumento que conmemora a un marino en Euskadi, pero la parroquia de Getaria sigue acogiendo a día de hoy una gran lápida conmemorativa, en la entrada de la iglesia, que fue instaurada por Don Pedro de Echave y Asu, caballero de la orden de Calatrava, en 1671. Además, hay otro monumento que se hizo más tarde, concretamente, en 1799. Según cuenta Alberdi, está directamente relacionado con la estatua de bronce de la plaza Elcano. Aquella escultura fue creada por Manuel de Agote, un importante marino que fue nombrado alcalde, y se encontraba cerca de la actual estatua que está frente al Ayuntamiento hasta que fue destruida en la primera guerra carlista. “El Casco Viejo quedó completamente arrasado y la Diputación se hizo cargo de los gastos de reconstrucción. Decidieron poner otro monumento en lugar del que fue destruido, la imagen de bronce que hoy en día vemos en la plaza Elcano”, explica. La estatua de mármol ubicada frente al Ayuntamiento, por su parte, estuvo en Madrid hasta que el Consistorio madrileño decidió donársela al Ayuntamiento de Getaria.
Un caso único El monumento que se encuentra a la entrada del municipio fue obra de los arquitectos Azpiroz y Agirre, que quedaron segundos en el concurso público que convocaron por el IV Centenario de la vuelta al mundo de Elcano, y es que Miguel Martín Fernández de la Torre, ganador del concurso, no aceptó que la escultura no se hiciera en el monte San Antón, tal y como detallaban las bases del concurso. Azpiroz y Agirre aceptaron el cambio y crearon la escultura que conocemos hoy en día.
El historiador Alberdi opina que el caso de Elcano es único, ya que se han construido monumentos en su honor a lo largo de cuatro siglos. “Ha habido una gran tendencia histórica a hacer monumentos en su honor. El primero fue el de la parroquia, 150 años después de su muerte, en el siglo XVII, y el último es el que está a la entrada del pueblo, en el siglo XX. Estamos hablando de cuatro siglos, es un caso único. No creo que haya habido tanta tendencia a hacer monumentos a otros personajes, no al menos a lo largo de tantos siglos”, concluye Alberdi.