Donostia. La basílica de Santa María, situada en el corazón de la Parte Vieja donostiarra, empezará a cobrar en torno a tres euros la entrada a los visitantes del templo. El dinero que se recaude se destinará a pagar el préstamo de dos millones de euros que el Banco Popular ha concedido a la Iglesia guipuzcoana para hacer frente a los gastos de las obras de rehabilitación llevadas a cabo en la basílica.

Según adelantó a este periódico el párroco de Santa María, Edorta Kortadi, se han visto "obligados" al cobro de la entrada al emblemático templo ante la "falta de respuesta" por parte del Ayuntamiento de Donostia y la Diputación foral de Gipuzkoa, ambas gobernadas por Bildu, para financiar parte del proyecto de restauración.

Si bien los anteriores ejecutivos -el PSE-EE, en el Consistorio y el PNV, en la Diputación- se comprometieron verbalmente a sufragar parte de los trabajos del templo, al producirse el cambio de gobierno, Bildu se desentendió de estos acuerdos "apalabrados" argumentando la existencia de limitaciones presupuestarias. A juicio del párroco, el Gobierno municipal tiene puestas sus prioridades en "obras de tipo social y no en las patrimoniales".

Por ello y ante la "enorme afluencia de turismo que está habiendo en los dos últimos años", los responsables de la basílica han decidido cobrar el acceso al templo. "Sintiéndolo mucho y ante las críticas que además vamos a tener que soportar, pero no hay otro camino", enfatizó Kortadi.

OTRAS iniciativas Según explicó el párroco, el cobro de la entrada es solo una de las iniciativas que se pondrán en marcha para recaudar dinero con el fin de sufragar el credito hipotecario a 16 años que los responsables eclesiásticos firmarán con representantes del citado banco el próximo lunes en la misma basílica.

En este sentido, avanzó que habrá acuerdos de "colaboración con artistas y colaboración con industriales de la zona". Iniciativas cuyos detalles se desgranarán en la conferencia de prensa que el lunes ofrecerá el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.

Félix Garitano, párroco de Santa María hasta el pasado 8 de septiembre de 2012, fue quien gestionó la práctica totalidad del proyecto de rehabilitación de la básilica, cuyas obras se han prolongado durante varios años, llegando incluso a permanecer el templo cerrado durante un año (entre 2008 y 2009) con un presupuesto global de unos cinco millones de euros.

Garitano y el actual párroco, Edorta Kortadi, están trabajando conjuntamente en la elaboración de un informe con todas las partidas relacionadas con las obras que han sido ya pagadas, así como el remanente que queda por sufragar, además de las condiciones del crédito hipotecario que han solicitado, y los detalles de los trabajos realizados en el templo, entre los que destacan el arreglo de la cubierta alta (1,1 millones de euros que fueron financiados al 50% por el Ayuntamiento y la Diputación) o la recuperación de las cubiertas bajas y fachadas.

DONOSTIA 2016 En este punto, Kortadi lamentó ayer, en declaraciones a este periódico, la falta de sensibilidad por parte de los actuales gobiernos del Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de cara a valorar la importancia de este patrimonio arquitectónico y artístico, sobre todo ahora que la ciudad se prepara para abanderar la Capitalidad Europea de la Cultura 2016.

"A algunos se les llena la boca hablando de la basílica, de su patrimonio barroco, de los lienzos de su sacristía, de sus piezas románticas, pero luego nadie apoya nada", denunció el párrodo de Santa María, al tiempo que insistió: "Mucho hablar de la basílica matriz, donde se encuentra la patrona de la ciudad, la Virgen del Coro, pero la Diputación y el Ayuntamiento no mueven un dedo por ella".

Según recordó Kortadi, se han reunido "en varias ocasiones" con representantes de ambas instituciones, siempre con la misma respuesta: "No hay dinero".