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Belaustegi jatetxea celebra su cuarta jornada de cenas maridaje

Belaustegi jatetxea celebra su cuarta jornada de cenas maridajeFoto: javi colmenero

Este sábado 17 de diciembre el Belaustegi Baserri Jatetxea de Elgoibar celebrará su cuarta edición de las cenas maridaje, a base de queso de Idiazabal combinado con algún plato de caza. El origen de estas jornadas surgió hace cuatro años en la feria de Gabon Zahar, en la que siempre se celebra el concurso del famoso queso Idiazabal, y en el que los participantes tienen como condición haber ganado a lo largo del año algún concurso con el citado queso, supervisado por la Denominación de Origen Idiazabal.

Durante la cena los comensales disfrutarán de un exquisito menú de cinco platos maridados con vinos tintos y blancos de la bodega Ramón Bilbao. El primer plato será de cecina de toro con virutas de Idiazabal y aceite Arbequina, el segundo estará compuesto por una ensalada de txangurro con lechugas de colores, rúcula y costrones de queso de Idiazábal, que dará paso al bacalao confitado con tosta de hongos, piquillo y queso de Idiazábal, a las albóndigas de jabalí con su salsa y puré de patata con queso de Idiazabal, para terminar con el goloso de queso de Idiazabal con frutas rojas y helado de chocolate negro. Además, el enólogo, Javier Gómez, estará presente para intervenir durante la cena. Gómez pertenece al departamento técnico Ramón Bilbao, Vinos y Viñedos.

El Belaustegi Baserri Jatetxea se encuentra en Elgoibar entre Gipuzkoa y Bizkaia, situado en el Alto de San Miguel lejos del mundanal ruido. En este caserío familiar del siglo XVII de piedra y con bisagras de madera centenaria que contrastan con el tono de las paredes azul, añil, naranja y verde, Josu Mugerza,propietario y cocinero del Belaustegi, hizo realidad su sueño: convertir la casa que lo vio nacer no solo en un restaurante, sino en un lugar de encuentro donde los comensales se sientan como en su propia casa. Josu cuenta con un largo currículo en el mundo de la gastronomía nacional e internacional. Primero debutó como cocinero en el restaurante Urola de Donostia. Después preparó las maletas para irse a Madrid de la mano de su maestro Luis Irizar, con el que trabajó en el Hotel Alcalá y en el Euskaletxea de la calle Jovellanos de la capital española. Poco después, se fue a Japón trabajando durante un año en Kagoshima. Luego viajó a México para volver de nuevo a Madrid, donde trabajó en el Balzac y el Alamillo de los Austrias durante tres años, en los que marcó un estilo de cocina personal y moderno con toques orientales, pero sin perder en ningún momento esa base de la cocina tradicional vasca.