Hace 30 años, Jose Mari Gorrotxategi sorprendía al mundo turronero al presentar su turrón de intxaursaltsa. Era cuestión de fusionar un clásico de la casa como el turrón de mazapán y un postre tradicional de Euskal Herria. A lo largo de estos años él y sus hijos Iñaki y Rafael no han parado de hacer su propio I+D desde su profesión de confiteros tolosarras para combinar diferentes texturas y crujientes. Para estas navidades presentan una nueva linea de turrones ligeros y aromáticos.
Partiendo siempre de una excelente calidad porque "es lo mejor que sabemos hacer", como dice Iñaki Gorrotxategi, la casa tiene dos líneas de turrones bien definidas: la denominada la leyenda del turrón, a base de chocolate, armagnac, canela, almendras, yema tostada, el duro y el blando. La otra, denominada de autor, recoge todas las creaciones que han realizado a lo largo de los últimos diez años. Ente ellos están el turrón de mandarina, el de melocotón y el de yogur.
En 2010 se estrenan con una línea de turrón más fresco y moderno, cuya mejor aportación es "el estar elaborados con jugos de frutas". Al no tener nada de azúcar, las texturas y los sabores conjugan de maravilla, son más ligeros, porque el índice dulcémico es mucho más bajo y el cuerpo los digiere mejor. Son aptos para diabéticos y celíacos, además de más adecuados para dietas de adelgazamiento y deportistas. Pero sin olvidar que "es un producto gastronómico, sano y saludable".
En esta línea han sacado cuatro productos: dos clásicos como el duro y el bando, uno de chocolate al que han denominado las mil y una noches, y el de trufa de alboricoque al que llaman oasis. "El chocolate -explica Iñaki Gorroxategi- es con frutos naturales, frutos secos y pétalos de rosa". Visualmente tiene un aspecto espectacular y una textura muy agradable en boca.