Pensadas en un principio para la hostelería o el turismo, en las tiendas de Salanort, recientemente abiertas en Hondarribia y Donostia, ven con satisfacción que es cada vez más numeroso el público que se acerca a husmear, y luego comprar.

Los tradicionales y estrellas de la casa por así decirlo, son el bonito, el atún y las anchoas, en salazón, o como boquerón en vinagre. Su contenido y aspecto es perfectamente visible a través de sus envases de cristal de diferentes tamaños. El bonito, del norte, es el de la última campaña y para Navidad estarán a la venta las anchoas de la que acaba de terminar. Dentro del bonito, Jon Ugarraga, uno de los responsables de esta marca, destaca la exquisitez de la ventresca. Y como en las grandes firmas de moda, disponen de una primera y una segunda marca. "La calidad está garantizada en ambas pero, obviamente, una supera a la otra".

El abanico se va abriendo por las estanterías al pulpo, cocido y envasado al vacío, procedente de Marruecos, de la zona de Dacla "el mejor sitio, en las frías aguas del Atlántico en las que el pulpo se alimenta de marisco". Los hay enteros, sólo las patas y en raciones individuales; están los mejillones o unos enormes cangrejos.

En Salanort se encuentran asimismo otros productos del país con denominación de origen como las alubias de Tolosa, el queso Idiazabal y el txakoli de Getaria, fieles a las relaciones de vecindad ya que la fábrica y la mayor tienda de Salanort se encuentran en esa localidad. Y si se desea preparar un menú en plan de picoteo-delicatesen se puede completar con un foie, algo de salmón y unos dulces de Gorrotxategi. Por supuesto, también pueden encontrarse algunos vinos o licores de Ameztoi en la esquina de las calles San Jerónimo y Juan de Bilbao, en Donostia, o en la calle de las Armas, en Hondarribia.