A un mes de su apertura en la avenida de Barcelona, 19, la principal del complejo denominado Riberas de Loiola, Alberto Yurrita, uno de sus socios, se encuentra satisfecho de la marcha del Apitxin, un establecimiento especial de 80 metros cuadrados, que cuenta con tres zonas bien diferenciadas.
Alberto Yurrita, socio junto a su hermano, viene trabajando en la hostelería desde 1997 y siempre lo había hecho como camarero de sala hasta que se ha lanzado por este establecimiento, el Apitxin, donde se puede encontrar ensaladas, cazuelitas o pintxos.
Tras su primer mes de vida está lleno de buenas sensaciones que le llegan a través de los clientes que degustan sus platos, elaborados en la cocina por su mujer, canaria, por lo que en algunos se da una fusión de ambas cocinas.
Entre los pintxos, destaca uno compuesto de queso de cabra a la plancha con ensalada de tomate, de procedencia canaria, en el que se une la cremosidad del queso en contraste con la mermelada de tomate que es un poco dulce. "Es un pintxo recurrente que puede servir hasta de postre y que va muy bien con un vino blanco o con un moscatel"; o las anchoas, bien marinadas o en salazón, de la marca Lorea obviamente porque es de la familia. Pero tampoco faltan los calamres, las rabas, las patas bravas, al ali-oli o al mojo picón, claro que de momento no son las papas canarias.
Entre las cazuelitas tiene mucha aceptación el chipirón pelayo, las albóndigas, el rabo de buey, las carrilleras de ternera y los callos. Y también están resultando muy exitosas las ensaladas, como la Apitxin, en la que a los verdes variados se le unen los sabores del salmón, la anchoa marinada y algunos frutos secos. Todo a precios "muy ajustados".