Con el acto simbólico de la colocación de la primera piedra se da el pistoletazo de salida a las obras de ampliación del hospital de Debagoiena, que traerán consigo una inversión de 30 millones de euros, y estarán concluidas en el plazo de dos años y medio.

El lehendakari Iñigo Urkullu ha presidido esta mañana el acto, acompañado de la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, la diputada general de Gipuzkoa Eider Mendoza, la alcaldesa de Arrasate Maider Morras, el equipo de dirección de Osakidetza, encabezado por su directora general Rosa Pérez Ezquerdo, y las y los responsables de la OSI Debagoiena.

Mejora y actualización de servicios

En el solar que albergó las primeras instalaciones del hospital de Arrasate, que han sido demolidas en los últimos años, se levantará sobre una superficie de 9.300 metros cuadrados un nuevo edificio organizado en cinco plantas sobre rasante y otras dos más para el sótano, que se destinará a aparcamiento. Este nuevo equipamiento sanitario, que dará respuesta a las necesidades de las 63.000 personas que residen en la comarca, incorporará los servicios del hospital de día médico-quirúrgico, el área de medicina física y rehabilitación, una unidad de endoscopia, la base de emergencia y una resonancia magnética nuclear.

Planta de reserva para “necesidades emergentes”

Las obras, que arrancarán este verano, han sido adjudicadas a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Amenabar SA, Tecsa Empresa Constructora SA, Construcciones Olabarri SL y Ondoan S.COOP. Esta alianza de empresas tendrá un plazo de 30 meses para construir el nuevo hospital, que junto con las citadas unidades, alojará también servicios complementarios y administrativos, y una planta de reserva que se podrá adaptar a “necesidades emergentes en la atención sanitaria”.

La Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha remarcado que esta primera piedra es “un símbolo de la continuidad de la labor desarrollada a lo largo de cuatro décadas en pro de la salud de los vascos y vascas”. “Sobre la piedra que hoy colocamos, donde ayer se levantaba el viejo hospital, mañana se hará realidad una nueva infraestructura sanitaria, siempre al servicio de la comunidad. Es una muestra más del compromiso del Gobierno Vasco con la mejora, modernización y adecuación de los centros y estructuras de Osakidetza para seguir avanzando en una atención cercana, de calidad y accesible”, ha señalado Sagardui.

El nuevo bloque sanitario contará con una conexión directa al actual edificio de consultas externas. De esta manera, se reformarán otros 2.000 metros cuadrados en los inmuebles adyacentes para favorecer la interacción entre todos los servicios. El proyecto repara, asimismo, en la mejora de la accesibilidad y es, por ello, que el nuevo centro hospitalario incorporará un cambiador inclusivo y aseos adaptados para personas ostomizadas. Se espera también que toda la infraestructura cumpla con la máxima calificación energética, tanto en consumo de energía primaria no renovable, como en el de emisiones de dióxido de carbono.