Los datos certifican que la recuperación del turismo en Gipuzkoa es total tras la pandemia. Si 2022 fue un año récord, en 2023 se están batiendo todas las cifras, algo muy celebrado por el sector. “El verano, en general, ha sido muy bueno y en septiembre estamos trabajando muy bien. De hecho, tenemos mayor ocupación estos días que en julio y en agosto”, certifica el director del Hotel Bidaia de Donostia, Marco Valoria.

Valoria no tiene problemas en reconocer que Donostia es una ciudad cara para alojarse y admite que el factor precio “no echa para atrás” a quienes nos visitan. “La plaza de Donostia es cara, en general. Es verdad que no hay hoteles económicos, pero la calidad es muy buena. El turista asocia Donostia con la calidad y no le importa pagar”. “Nosotros, por ejemplo, abrimos hace tres años y los comentarios que recibimos de los clientes son todos muy buenos. Aprecian los servicios que aquí se ofrecen”, añade. No obstante, advierte: “Si no aciertas con el precio se nota, porque hoy en día, hay mucha oferta, han abierto muchos hoteles en poco tiempo y la gente tiene mucha facilidad para buscar alojamiento, con lo que, si te pasas un poco, la ocupación te puede bajar al 60% tranquilamente”.

Las tarifas también determinan el tipo de público que elige Gipuzkoa como destino turístico. “En general, es gente de cierta edad, aunque a veces nos sorprendemos con parejas jóvenes de entre 20 y 30 años que no tienen problemas en pagar 300 euros la noche. Y la mayoría son extranjeros, en nuestro caso británicos, irlandeses y americanos”. “El que viene busca tranquilidad, disfrutar de una buena gastronomía… Es un turista muy educado que respeta la ciudad, no es un turista de fiesta y borrachera”, señala.