Cientos de personas han salido este viernes a las calles de Mutriku para mostrar su hastío por los casos de delincuencia que se han producido en la localidad en los últimos tiempos respondiendo al llamamiento realizado por el ayuntamiento de la localidad. Antes del inicio de la manifestación, el alcalde de localidad, Joseba Palenzuela, se ha dirigido a los asistentes, que abarrotaban la escalinata de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, para mostrarles las razones que les llevaron a organizar este acto, que no eran otros que mostrar el rechazo de Mutriku a la delincuencia. “Somos un pueblo pacífico y los que no lo sean no tienen espacio en este pueblo. Lo demostraremos marchando de forma pacífica desde esta plaza hasta el muelle, mostrando que somos un pueblo de paz que huye del conflicto y no quiere la delincuencia en sus calles”.

Precedida por una pancarta en la que se leía Delinkuentziarik ez dugu nahi, la marcha ha avanzado en silencio por las estrechas calles que llevan al puerto. Durante el recorrido han pasado junto a la torre Berriatua, el edificio ocupado por los jóvenes a los que los mutrikuarras responsabilizan de muchos de los casos de delincuencia que se han producido en los últimos meses.

Mientras los manifestantes pasaban junto al inmueble, uno de los ocupantes les grababa con la cámara de su teléfono móvil. “Tienen una sensación de impunidad total. Actúan como si no fuera con ellos. Antes ya se hizo una manifestación parecida para denunciar un caso similar. No sé si esta manifestación servirá para algo. La solución es muy compleja, pero lo cierto es que hay miedo. Justo al lado de la casa ocupada está el primer ascensor que se construyó en Mutriku y la gente mayor no lo utiliza por miedo a acercarse a ese edificio”, manifiesta a este diario Alberto, uno de los participantes en la marcha.

Poco a poco los manifestantes han ido llegando al puerto, donde estaba previsto su final. El silencio que hasta entonces había presidido el recorrido fue roto por los gritos de unos jóvenes reclamando que se hiciera algo más que manifestarse en silencio, pero sus peticiones han sido acalladas por el aplauso del resto de los manifestantes.

El acto que se vivió este viernes por la tarde en las calles de Mutriku se ha visto condicionado por el intento de robo que se había producido horas antes en Saturraran y que se saldó con dos heridos por arma blanca. Los comentarios sobre el suceso han sido generalizados a lo largo del día. “Lo del robo y lo de las dos personas heridas ha sido el remate. Llevamos tiempo oyendo que ha habido un robo aquí, una pelea allá, y otro cosa en otro sitio, pero atacar con navajas a dos personas para robarles es algo que supera todo”, ha manifestado Genaro momentos antes del inicio de la manifestación. Asier, un joven mutrikuarra, tampoco puede entender lo que está sucediendo en su pueblo. “Lo veíamos como algo lejano, que sucedía en ciudades como Madrid y Bilbao, pero la inseguridad la tenemos ahora aquí. Es un tema presente en las conversaciones con la familia, con los amigos y en el trabajo. La sensación de inseguridad es muy grande”.