El debate ayer en la Comisión de Transportes del Congreso de los diputados de una propuesta no de ley del PNV en favor de una “solución integral” sobre la playa de vías de Irun que pase por cubrirlas y por construir un puente nuevo ha vuelto a poner en primer plan las dos caras del debate que sobre esta cuestión colisionan en la ciudad bidasoarra.

Tras la aprobación de la proposición no de ley del PNV en Madrid, que contó con la abstención de PSOE, EH Bildu, Podemos y PP, los jeltzales de Irun han emitido un comunicado en el que se felicitan por su aprobación ya que sitúa al Gobierno español “ante sus responsabilidades: responder a la gran deuda histórica del Estado con Irun”.

El traslado de este debate al Congreso no ha sentado bien en las filas del gobierno municipal socialista. El delegado de Ordenación Urbana en el Ayuntamiento, Miguel Ángel Páez, ha defendido hoy la "autonomía" de Irun a la hora de ordenar el espacio ferroviario y ha lamentado "la utilización que el PNV hace de las instituciones para maquillar su realidad".

Según Xabier Iridoy, portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Irun, la propuesta debatida en el Congreso emplaza al Gobierno español a impulsar el cubrimiento de las vías y la construcción de un nuevo puente que comunique ambos lados de la ciudad “según la propuesta presentada al Plan General en el proyecto de Vía Irun 2030”. Además, exige la integración de la línea del Topo en el espacio ferroviario que pertenece a Adif. Iridoy no entiende la abstención del resto de partidos, “queriendo pasar de lado en un tema tan importante como este, escondiendo la deuda histórica del Estado con Irun”.

El portavoz jeltzale recuerda que el alcalde José Antonio Santano “lleva años tras el proyecto de Vía Irun, firmando convenios y realizando grandes presentaciones. Pero la realidad es que, después de haber vendido a bombo y platillo la regeneración ferroviaria como la acción urbana más importante de nuestra ciudad, el alcalde se está conformando con una pequeña parte de lo acordado y de lo que realmente necesita Irun”, se lamenta Iridoy.

La propuesta de Vía Irun que defiende el alcalde “no contempla tapar las vías, un anhelo de la ciudadanía, y tampoco una nueva conexión viaria que ayudaría a descongestionar el cuello de botella que se genera en el puente del Paseo Colón”, recalca el portavoz del PNV. En este sentido, puntualiza que se trata de una aspiración respaldada por todos los grupos municipales, “al menos hasta 2018”.

El PSE denuncia “imposición”

En respuesta al PNV, Miguel Ángel Páez critica que el texto aprobado en la comisión de Transportes del Congreso carece de “finalidad práctica" e intenta "interferir en las decisiones que ya ha tomado" el Ayuntamiento sobre "cómo quiere dibujar el espacio ferroviario".

Así, ha recordado que el pasado mes se debatió la modificación del Plan General del ámbito ferroviario que engloba Vía Irun, y fue aprobada con los votos favorables de la mayoría municipal, con la excepción del PNV.

Páez insiste en que el texto llevado ayer al Congreso por el PNV "no se vincula a ninguna acción práctica ni tiene consecuencias reales", pero sí que "enfrenta el diseño del espacio que se dibuja en la modificación aprobada en la ciudad".

De este modo, considera que "es triste que el PNV intente imponer con votaciones en el Congreso un planteamiento para Vía Irun que los grupos municipales de Irun ya han rebatido". Por ello, defiende la "autonomía" de la ciudad para "decidir sobre su futuro sin injerencias desde partidos u otras instituciones".

Para el edil socialista, Vía Irun es un proyecto que "suma a la mayoría de las sensibilidades políticas de la ciudad y que dibuja oportunidades económicas, residenciales y de movilidad que revolucionarán la ciudad".