- El edificio de Emigración cuenta ya con un proyecto de rehabilitación que lo convertirá en un equipamiento público importante para el barrio de San Miguel y para el conjunto de la zona oeste de Irun. Tras su presentación, ayer por la mañana, en el consejo de administración de la sociedad de vivienda Irunvi, el alcalde José Antonio Santano dio cuenta del proyecto, destacando que llegará "en medio de toda una revolución", junto a la nueva estación de ferrocarriles y el desarrollo del ámbito de San Miguel-Anaka.

El emblemático inmueble, construido en 1963 y diseñado por el arquitecto Alejandro de la Sota, apunta a volver a ser un epicentro de actividad para su entorno tras las obras. Después de la actuación, el edificio albergará un equipamiento social para el barrio, que incluirá un espacio para la asociación de vecinos de San Miguel, un local de mayores, una biblioteca y un haurtxoko. El acceso a este primer espacio se plantea desde la calle Basurko.

Pero además, el proyecto incluye varias salas polivalentes y un auditorio con capacidad para unas 100 personas, que constituirán un segundo centro cívico para la ciudad, al estilo del Espacio Palmera Montero, con la intención de que ofrezca servicio a la zona oeste de Irun.

La entrada al centro cívico, que se ubicará en el cruce entre las calles Javier Esteban Indart y Basurko, funcionará además a modo de hall de exposiciones. Desde este acceso, se podrá transitar a la totalidad del espacio, con un total de tres salas polivalentes de entre 70 y 110 metros cuadrados. Al fondo del pasillo de entrada se ubicará el auditorio, que contará con camerinos.

Por último, en una fase posterior se acometerán también las plantas superiores del inmueble, en las que se acondicionarán viviendas dotacionales dirigidas a jóvenes y a otros colectivos con necesidades. Serán un total de 31 viviendas de protección pública que se adjudicarán en régimen de alquiler.

La licitación y coordinación de la redacción del proyecto ha corrido a cargo de Irunvi, que será también el ente encargado de gestionar la ejecución de las obras. En una primera fase, se buscará acometer las obras de los equipamientos sociales para el barrio, con un presupuesto de casi dos millones de euros. Para el conjunto de la actuación, el Ayuntamiento e Irunvi buscan recabar ayudas provenientes de otras instituciones, como los fondos europeos. l