El Beasain está ante una oportunidad histórica. Se encuentra a tres partidos de un ascenso con el que llevan soñando en la localidad vagonera muchos años, concretamente cinco. Por aquel entonces se cruzó en su camino el Sporting B. El primer paso lo tendrá que dar el equipo que entrena Igor Gordobil este domingo en Lasesarre a partir de las 17.30 horas con el Basconia como rival. Si gana, se verá las caras frente al vencedor de la eliminatoria entre el Barakaldo y el Portugalete. Y si siguen con vida, tendrán que jugar otra final, la última, frente al ganador de la eliminatoria del grupo cántabro.

"Nos jugamos toda la temporada en un partido", reconoce Mikel Orbegozo un trotamundos del fútbol que ha decidido regresar a casa para disfrutar de sus últimos años como futbolista. "Nosotros hemos terminado la fase regular segundos y ellos, quintos, pero si nos ganan, ese segundo puesto no habrá servido para nada", asume el delantero del equipo vagonero que, eso sí, se ha asegurado su participación en la Copa del Rey de la temporada que viene. Pero ahora eso queda en un segundo plano. Es consciente de que "tenemos que saber jugar este tipo de partidos, y también de las dificultades que pondrá el equipo vizcaino. "Son gente muy joven que pone un ritmo altísimo. Nosotros tenemos que saber frenar eso con la veteranía que tenemos, algo que les falta a ellos. Tenemos que aprovechar nuestras armas", deja claro.

Asume que "hace mucho" que no juega un partido de play-off Considera que la eliminatoria "está al 50%". Eso sí, estima que este cambio, el hecho de jugar en una sede neutral, hace que la competición "pierda la xarma (encanto), esa cosa que tenía el play-off de jugar en casa, con tu gente, a ida y vuelta". En este sentido, opina que "es algo diferente", recordando lo sucedido hace siete años en Beasain: "El campo se llenó. Se veía ambiente desde la mañana y eso se ha perdido. En teoría es más fácil porque tienes que jugar solo tres partidos, pero, aun así, en un partido te puede pasar cualquier cosa. Tienes un mal día y se va a toda la temporada al carajo", apunta. Se juegan la mitad de partido, pero "es una moneda al aire", considera.

una segunda vuelta para enmarcar

La temporada no ha sido un camino de rosas para el Beasain, todo lo contrario. "Empezamos con un modelo de juego, saliendo con el balón jugado desde atrás, pero no nos fue nada bien", rememora Orbegozo. El arranque, sobre todo en casa, hizo saltar las alarmas. "Hicimos una reunión en el vestuario. Eso no podía seguir así. Optamos por otro tipo de juego más directo y nos ha ido muy bien. Hemos terminado segundos", afirma el atacante donostiarra. "La segunda vuelta ha sido muy buena, pero no nos ha dado para ser primeros por ese primer cuarto fatal que protagonizamos. Nos tiene que servir para aprender. Estoy contento por cómo le hemos dado la vuelta a esta situación", se sincera.

Reconoce que Beasain está "con muchas ganas". Para Mikel Orbegozo, el presidente y la junta directiva "han hecho un esfuerzo económico importante para hacer un equipo ganador y bueno". Sostiene que tanto el pueblo como los futbolistas están "con mucha hambre". Y es que no hay que olvidar que, aparte de Mikel Orbegozo, la escuadra vagonera cuenta con futbolistas experimentados y de largo recorrido como Alain Eizmendi, Julen Etxabeguren o Jon Arzamendi, entre otros: "Tenemos una mezcla de veteranos y jóvenes muy buena. Hay gente que ha venido de Tolosa, de Lazkao y del filial. Los jóvenes tienen una tralla tremenda y nosotros aportamos la experiencia. Somos un equipo compensado", estima.