- Mikel Orbegozo combina su pasión por el fútbol con su trabajo de maestro en una ikastola en Azpeitia. “Ya no es lo mismo. Antes estaba pensando todo el día en el fútbol y ahora no, y lo estoy notando físicamente porque me he lesionado bastante”, comunica. De hecho, se ha perdido muchos partidos. “Solo he podido jugar 16 o 17 partidos en plenitud, el resto con problemas”, lamenta. Pese a todo, ha sido capaz de marcar trece goles: “Si estoy dentro, intento ayudar con los goles, y cuando estaba fuera, de otra manera, dando consejos. Creo que estoy haciendo una aportación positiva, pero me hubiera gustado jugar más”.

Ya ve el final de su carrera “muy cerca”. “Voy a cumplir el año de contrato que me queda y lo dejo. Si todo va bien, en julio seré aita. Es el momento de aparcar el fútbol, dedicarme a otras cosas. Hay que dar paso a las nuevas generaciones”, declara un futbolista formado en Zubieta que luego pasó a Lezama y que continuó su carrera en el Nástic de Tarragona, Sestao, Amorebieta, Getafe, Compostela, Marbella, Jaén, CD Ebro, Real Unión, Tudelano y Beasain. “Es la vida del futbolista. He conocido muchos equipos, muchos sitios, muchas personas y eso me ha enriquecido. Estoy muy contento de haber estado en tantos equipos y de haber hecho tantos amigos. Ahora estoy muy contento por estar en casa”, concluye.