ntre 1519 y 1522 la expedición de Magallanes-Elcano se adentró por mares desconocidos en busca de una vía de navegación por el Oeste, hacia las islas Molucas también conocidas como las Especias. En este legendario viaje Fernando de Magallanes descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre. Pero fue después de la muerte del portugués, en la batalla de Mactán, cuando Juan Sebastián Elcano tomó el mando y logró completar la Primera Vuelta al Mundo. Una hazaña irrepetible. El próximo 6 de septiembre se cumplirán 500 años de la llegada de la nao Victoria al puerto gaditano de Sanlúcar de Barrameda. La mayor gesta náutica de la historia estuvo protagonizada por el insigne navegante getariarra, sobre cuya figura han investigado los historiadores José Antonio Azpiazu y Javier Elorza, aportando episodios desconocidos sobre la vida y el entorno del marino vasco más universal.

Juan Sebastián de Elcano: Entorno, trayectoria, épica es el título del libro que firman al alimón Azpiazu y Elorza, fruto de cuatro años de concienzudo trabajo en el que han buceado en los principales archivos del Estado: Simancas, Chancillería de Valladolid, el Histórico Nacional, el Archivo General de Indias y el de Protocolos de Gipuzkoa. El resultado ha sido una publicación editada por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte. Este proyecto y dedicación, que empezaron a fraguar en 2017, ha permitido “subsanar errores de interpretación producidos por la dificultad de los textos, y nos ha descubierto un mundo que enriquece múltiples aspectos que no habían sido estudiados, lo que permite aportar temas novedosos”, recalcan sus autores.

A partir de 2019, al calor de la conmemoración de la efemérides de los cinco siglos de la primera circunnavegación a la Tierra, han proliferado las publicaciones en torno a la figura de Elcano. Muchas de ellas, en palabras de Azpiazu y Elorza, se basan en “historiadores de épocas pasadas, mientras que otras, aprovechando investigaciones más recientes, se suman a la moda del momento para acudir con trabajos que se reducen a repetir lo ya conocido”. “Pocos han investigado y muchos se han arrimado al momento oportuno para decir obviedades que apenas aportan nada novedoso. Da la impresión de que todo el mundo se siente obligado a poner su granito de arena ante un acontecimiento de relieve mundial”, lamentan al unísono.

en la milicia de getaria

Ambos historiadores han querido dar un paso más sacando a la luz facetas desconocidas de este personaje que nace y crece en un ambiente totalmente marinero, en la villa guipuzcoana de Getaria. Como nuevo apunte destacan a un veinteañero Juan Sebastián Elcano enrolado en la milicia de su localidad natal, “que fue a luchar contra los franceses a la frontera con Navarra”, explican.

La expedición marítima a la conquista de las Molucas partió con 250 tripulantes y cinco naos, “tres de ellas de manufactura vasca que fueron requisadas a sus propietarios y modificadas en su denominación original para emprender la aventura”, detalla el historiador y antropólogo, José Antonio Azpiazu. Estas carabelas conformaron el grueso de la flota: San Antonio, la de mayor porte; la capitana asignada a Magallanes, bautizada con el nombre de la Trinidad; y la Trinidad;la Victoria, que fue la que culminó el periplo circunnavegatorio con Elcano. Este se incorporó ocho meses antes de la partida asumiendo las funciones de “contramaestre, pero había otros vascos como Juan de Elorriaga que se habían alistado anteriormente, y que debieron ser los que atrajeron a Elcano para alistarse en este apasionante viaje”, relata Azpiazu.

Los historiadores guipuzcoanos consideran que uno de los aspectos que “enriquece notablemente” la aportación de la comunidad vasca a la expedición fueron las armas. “Los archivos de Simancas y Protocolos de Oñati han aportado resultados sorprendentes sobre este tema. Hemos dado con fabricantes de lombardas en población de la costa guipuzcoana (Zarautz, Orio, Deba y Zumaia) y del interior, como Eibar, cuyos maestros armeros eran requeridos hasta por el Serenísimo Rey de Inglaterra para suministrarle las valiosas y cotizadas lombardas”, cuenta Elorza.

Nadie esperaba, sin embargo, el triunfal regreso de Elcano cuando atracó en el puerto gaditano. “Los daban por perdidos. Cuando a pocos días de cumplirse los tres años de navegación llegaron a Sanlúcar de Barrameda, la sorpresa fue increíble. Las embajadas de la entonces primera potencia mundial difundieron la noticia por las principales cancillerías de Europa; cambió la imagen del mundo, se confirmó la redondez de la Tierra, aspecto que Elcano hizo valer sobre lo demás en su carta a Carlos V”, añade Elorza.

A pesar de la crudeza del viaje, el marino guipuzcoano se animó a participar en una segunda expedición patrocinada por la realeza, acompañado en esta ocasión de un buen número de familiares y amigos. Pero falleció en esta segunda travesía. Este capítulo, sus desavenencias con Magallanes y otros muchos detalles aparecen plasmados en un libro que viste sus páginas con espléndidos mapas dibujados por el portugués Pedro Texeira en 1634, que se conservan en la Austrian National Library. “De una increíble precisión, fueron dibujados desde la perspectiva de mar adentro. Se inician en Hondarribia e ilustran los puntos que tuvieron relevancia en la expedición de 1519-1522”, exponen.

decisión acertada

Después de 500 años, ¿qué significado toma aquella gesta que tiene un protagonista vasco?. “A lo largo de estos cinco siglos la figura de Elcano ha sido discutida e, incluso, olvidada. Muchos tratadistas la denominan como una hazaña atribuida a Magallanes que quedó en el camino y en cuya cabeza nunca asomó la idea de volver por el Índico y rodear África, arriesgándose a ser preso de sus compatriotas los portugueses y desoyendo las normas del emperador”, narran Azpiazu y Elorza para, a continuación, señalar que fue el navegante getariarra el que tomó la decisión de no volver por el Pacífico. “Elcano gozaba del instinto de hombre de mar y tomó por su cuenta la decisión acertada, aquella que le encumbró como uno de los grandes marinos de la historia, a pesar de que, no se sabe por qué motivos, todavía recientemente se diga que el éxito hay que atribuírselo a Magallanes. Hoy en día su figura se ve ensalzada y mostrada como un personaje salido de un propicio entorno vasco que le condujo a la épica”, sentencian.

Otras muchas curiosidades del vasco universal se tejen en la publicación que puede consultarse al completo en la web de la Real Bascongada.