- Su equipo se presentó ayer en sociedad, pero la temporada arrancó hace casi tres semanas. ¿Cómo van las cosas?

-Por mi parte, arrancando. He disputado dos clásicas de un día, la de Valencia y el Grand Prix La Marséillaise.

¿Y qué tal se ha visto?

-Bueno, al final son carreras que afrontamos desde una perspectiva de equipo. En Valencia tuvimos velocistas que sufrieron una caída en el último kilómetro; y en Francia nos pasó que Orluis Aular, nuestra apuesta, se había vacunado cuatro días antes y no se encontraba muy bien.

Se vacunó para poder correr...

-Sí, eso es. Él tenía la infección pasada, más un pinchazo. Aquí es suficiente para que el pasaporte covid figure en regla, pero en Francia, para competir, alojarte en un hotel y demás, exigen una segunda vacuna. Le pasó a Orluis Aular y también a David González.

¿Usted tiene los papeles en orden?

-Yo tengo dos vacunas puestas, la segunda en septiembre. Cuando se cumplan seis meses de esta, necesitaré otra para poder competir en las carreras francesas. Es lo que hay.

¿Con qué perspectivas afronta una nueva temporada en el pelotón?

-Me encuentro con ganas y con ilusión, aunque el año viene con un punto de tensión añadida. Para los equipos españoles de la segunda categoría, recibir una invitación de la Vuelta a España es importantísimo. Dependemos mucho de ella. Si no nos incluyen en la lista, seguiremos adelante y no se acabará el mundo. Pero no te voy a negar que la noticia supondría un varapalo importante.

¿Les han transmitido los directores la importancia de empezar bien?

-Sí, pero yo creo que esa es una premisa que manejan en todos los equipos. Las invitaciones van a estar más competidas que nunca, sobre todo porque igual solo hay dos y no tres. Por nuestra parte, vamos a intentar demostrar que tenemos nivel deportivo suficiente para estar en la Vuelta, porque al fin y al cabo es lo único que depende de nosotros. Supongo que en unas semanas conoceremos cuál es la decisión de los organizadores.

Encara su tercer año en el equipo.

-Sí. En la pasada temporada, la segunda, noté que se confiaba mucho en mí. En los Campeonatos de España, a finales de junio, me dijeron ya que era un fijo en la alineación de la Vuelta. Y con la renovación también fue todo muy rápido y sencillo. Me siento apreciado por los directivos, por los directores y por los compañeros, que querían igualmente que siguiera.

Xabier Muriel, su principal valedor cuando fichó por el Caja Rural en 2020, ya no es el director deportivo, pero esto no ha sido óbice para su continuidad.

-Es cierto. Al final, yo entré en el Caja Rural por la fuerza que hizo él, cuando el Murias no siguió adelante. Pero noto que desde entonces me he hecho mi hueco en el equipo. Los nuevos directores han confiado en mí y es de agradecer.

¿Como se lleva ser uno de los veteranos de la plantilla?

-Soy el mayor tras Mikel Nieve y Eduard Prades. El Caja Rural siempre se ha caracterizado por contar con una plantilla joven y por alimentarse de su filial. Y en equipos así es necesario contar con la figura de veteranos que encaucen a los chavales, porque muchas veces pasan un poco perdidos a la categoría profesional. Eso es algo que, además, últimamente se da en mayor medida, porque hay ciclistas que suben en su tercero o incluso en su segundo año sub-23.

Siete caras nuevas llegan a la plantilla, incluidos los citados Eduard Prades y Mikel Nieve.

-Sí, son bastantes fichajes, para lo que estamos acostumbrados. Pero hace unas semanas estuvimos concentrados en Almería y enseguida formamos todos una buena piña. El ambiente fue muy agradable.

¿Prades es la principal baza para buscar resultados?

-Prades es un killer, sabe moverse en los metros finales y te aporta muy buenos puestos. Al final, para equipos de nuestro perfil es más sencillo obtener resultados con ciclistas de sus características que con escaladores. Las carreras que terminan cuesta arriba suelen estar muy caras.

En cuanto a la nómina de bajas, llama la atención que tres ciclistas, Aberasturi, Lazkano y Osorio, dejen el Caja Rural para pasar al World Tour.

-Esto funciona así. Para retener a ciertos ciclistas hace falta dinero. Andan bien, llaman la atención de otros equipos y a partir de ahí ya no tienes nada que hacer. Es ley de vida. En el Caja Rural mantenemos la filosofía de contar con una plantilla joven en líneas generales, con corredores de proyección apoyados en otros más veteranos.

Al margen de la incógnita de la Vuelta, ¿qué calendario afrontan?

-El tema de nuestro calendario se ha complicado. Nos han quitado algunas invitaciones con las que contábamos y lo que habíamos trabajado de antemano ya no sirve prácticamente para nada. Sobre el papel, teníamos que haber estado en el Saudi Tour y, el próximo marzo, en Coppi e Bartali. Pero no correremos estas carreras y ahora mismo se está rediseñando todo.

¿Les ha pillado por sorpresa?

-A muchos equipos del World Tour, las suspensiones de Down Under y San Juan les han dejado sin días de competición que han buscado en otras pruebas. Y claro, esto ha llevado a que en el Caja Rural nos hayamos quedado sin algunas invitaciones que pensábamos recibir.

Calum JohnstonEscocia1998

Eduard PradesTarragona1987

Fernando BarcelóHuesca1996

Iuri LeitaoPortugal1998

Michal SchlegelRep. Checa1995

Mikel NieveLeitza1984

Yesid PiraColombia1999

ALTAS Johnston y Pira (filial), Prades (Delko), Leitao (Tavfer), Schlegel (Elkov), Nieve (B.Exchange), Barceló (Cofidis).

BAJAS Aberasturi (Trek), Irisarri (ret.), Lazkano (Movistar), Osorio (Bahrain), Sáez (Glassdrive), Urbano (recalificado).

"Equipos como el nuestro necesitan veteranos que encaucen a los chavales; muchas veces suben a profesionales algo perdidos?