ía Irun es uno de los proyectos con mayor recorrido de entre los que el Consistorio irundarra está gestionando actualmente junto a otras instituciones; una iniciativa que promete transformar la localidad regenerando un enorme espacio ferroviario en desuso en el centro de la ciudad y que se lleva gestando a fuego lento desde la finales de la década de los 2000.

Desde el PNV de Irun consideran que la iniciativa es una “gran oportunidad” para eliminar definitivamente la brecha que suponen las vías del tren en el núcleo urbano del municipio. El portavoz del grupo jeltzale, Xabier Iridoy, calificó ayer la división que genera el trazado ferroviario de “barbaridad urbanística” al presentar la iniciativa Vía Irun 2030, un planteamiento que busca completar el actual proyecto haciendo énfasis en la necesidad de cubrir las vías.

En concreto, esta propuesta considera la cubrición de 20.000 metros cuadrados entre la plaza Txanaleta y el entorno de la estación ferroviario de Irun, lo que crearía un espacio “equivalente a cuatro veces la plaza del Ensanche”, según explicó Iridoy. La actuación permitiría crear nuevas conexiones viarias de todo tipo (peatonales, bidegorris, rodadas...) en ese nuevo ámbito que se elevaría sobre las vías del tren, ampliando el centro de la ciudad y acercando el sector oeste de Irun al núcleo urbano.

El planteamiento de los jeltzales también incluye el traslado del Topo a las vías de Adif, la creación de un corredor verde entre Ventas y Plaiaundi y el impulso al distrito de desarrollo económico en el entorno de la antigua Aduana.

Según consideran desde el PNV, el Gobierno local y en concreto el alcalde, José Antonio Santano, deberían ser los encargados de liderar las negociaciones con Adif para que Vía Irun se materializase en estos términos “más ambiciosos”, una postura en la que encontrarían el apoyo de los jeltzales. Mientras tanto, el PNV busca compartir el proyecto con la ciudadanía mediante un buzoneo masivo para recoger aportaciones.