Un hombre se enfrenta a una petición de once años y dos meses de cárcel acusado de violar a su exnovia después de una noche de fiesta por Irun, al término de la cual tuvieron sexo consentido a cambio de dinero hasta que, tras concluir las relaciones "pactadas", el encausado "quiso seguir" y presuntamente la agredió sexualmente.
Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos se remontan a la noche del 6 de marzo de 2020, cuando ambos "salieron de fiesta" por la localidad, a pesar de que la relación sentimental que habían mantenido se encontraba rota desde hacía un año.
El documento del Ministerio Público aclara que a lo largo de la noche ambos "consumieron sustancias estupefacientes" y, en un momento dado, "acordaron mantener sexo" pagado en el domicilio de la mujer.
No obstante, "tras concluir el tiempo o actos de sexo pactado", el encausado presuntamente "quiso seguir con ello" y, "ante la negativa" de la víctima, comenzó a ponerse "nervioso y violento" y presuntamente la agarró del pelo y de la pechera.
Una situación ante la que la chica decidió pedir ayuda telefónicamente a una amiga que trabajaba en una cafetería cercana. Cuando ésta acudió al domicilio, entre ambas mujeres lograron echar al encausado de la vivienda.
Una vez en el portal, en el que también se presentó un conocido de la víctima, el procesado presuntamente "zarandeó" a su exnovia y "con ánimo de atemorizarla" supuestamente la amenazó de muerte.
Finalmente, la damnificada volvió a su vivienda, aunque poco después su exnovio también regresó al domicilio con la intención de recuperar su móvil que se había quedado en el interior y, como la chica no quiso abrirle la puerta, comenzó a "aporrearla" y a "patearla" hasta que la rompió.
De esta manera, el procesado volvió a acceder al domicilio donde, "con ánimo de mantener relaciones sexuales" con la damnificada, presuntamente "la agarró del cuello con ambas manos y le intentó desnudar", tras lo que supuestamente le introdujo "dos dedos en la vagina" a pesar de que la mujer le pidió que no lo hiciera.
Para defenderse, la agredida mordió la mano del inculpado, tras lo que éste presuntamente le mordió a ella en la cara, en el brazo derecho y en el dedo índice de la mano derecha, tras lo que supuestamente la agarró del pelo y golpeó su cabeza "en repetidas ocasiones" contra la pared, al tiempo que "le propinó varios puñetazos en la cabeza y el cuerpo".
Finalmente, la víctima logró huir y refugiarse en la cafetería en la que trabajaba su amiga, tras lo que el hombre se marcho llevándose el móvil de su exnovia.
El acusado fue detenido el mismo 7 de marzo e ingresó al día siguiente en prisión provisional, situación en la que permaneció hasta el 14 de diciembre de 2020 en que fue excarcelado con la prohibición de acercarse a su víctima y comunicarse con ella mientras se tramitaba la causa judicial.
La Fiscalía de Gipuzkoa considera ahora que el hombre es responsable de seis delitos: uno de ellos por violación; otro de lesiones en el ámbito de la violencia de género; un tercero de maltrato no habitual; un cuarto "leve" de amenazas, un quinto también "leve" de daños y un sexto igualmente "leve" de hurto, por los que reclama penas que suman once años y dos meses de cárcel.
Asimismo, el Ministerio Público demanda que el procesado abone multas por un total de 600 euros, que no pueda comunicarse con la chica ni aproximarse a ella durante quince años y que la compense económicamente por las lesiones sufridas, al igual que a la empresa propietaria del piso por los daños ocasionados en la puerta.