CAF ha comprado a su competidora Alstom la planta alsaciana de Reichshoffen que la compañía ferroviaria gala quería vender a la checa Skoda, con lo que consolida su presencia en el mercado francés donde su actividad es cada vez mayor. En la misma operación, de la que ya se habló hace un año, la firma con sede en Beasain ha adquirido las plataformas de los trenes Coradia Polyvalent y Talent3 que incorporará nuevo talento a su actividad.

Ambas compañías han anunciado en un comunicado conjunto esta operación, que tiene su origen en la compra de Bombardier por parte de Alstom. La Unión Europea autorizó este movimiento siempre y cuando la firma ferroviaria gala prescindiera de activos para evitar de este modo un abuso de la competencia. Tanto CAF como Skoda manifestaron entonces su interés por hacerse con la planta de Reichshoffen.

Aunque los sindicatos de esta fábrica manifestaron su preferencia por CAF, Alstom expresó su interés por que fuera Skoda la elegida para comprar esta planta francesa, cercana a la frontera con Alemania. El grupo ferroviario vasco finalmente ha sido quien gestionará Reichshoffen, con lo que no solo gana posiciones en Francia, sino que también se refuerza en los mercados alemán y del centro Europa, según ha destacado.

Así ha sido la operación: un salto cualitativo

La compra de la planta de Reichshoffen, al norte de Estrasburgo y a apenas 40 kilómetros de la frontera franco-alemana, supone un buen empujón para los intereses de CAF en Francia, Alemania y el Centro de Europa. Y más aún, tiene su propia carga simbólica después de que en pleno proceso de desinversión, Alstom fuera más que reacia a entregar esta planta a la compañía de Beasain. El fracaso de las conversaciones con Skoda, que llegó a ser la única aspirante, ha vuelto a meter a CAF en una ecuación en la que ha resultado ganadora y que le refuerza ante Europa.

El punto de partida de la operación es cuando Alstom compra la constructora canadiense Bombardier Transport, un movimiento que la Comisión Europea autorizó desde el punto de vista de la libre competencia, a diferencia de la unión fracasada de Alstom y Siemens. Eso sí, esa compra estaba condicionada desde finales de 2020 a que Alstom realizara una serie de desinversiones, entre las que está la planta francesa de Reichshoffen.

Semanas después, la unión entre Alstom y Bombardier cristalizó a primeros de 2021, convirtiéndose en el segundo grupo a nivel mundial en facturación. Tras hacerse con la empresa canadiense, Alstom puso en jaque el suministro de 143 trenes de cercanías en París, contrato que CAF y Bombardier ya habían ganado. Las autoridades galas, tanto políticas como ferroviarias (SNCF y RATP) no encajaron bien este desaire y terminaron obligando a Alstom a ejecutar el contrato de más de 2.500 millones de euros en los términos previstos. La posición de las autoridades francesas y de CAF frente a la compañía gala fue común.

Cerrado ese capítulo, pasaban las fechas y el plan marcado por la Comisión Europea era claro: Alstom debía desvincularse de su planta de Reicshoffen y sus casi 800 empleados para julio de 2021. Había dos empresas interesadas en hacerse con ella: CAF y la checa Skoda. En plena pugna por los contratos del mercado francés (renovaciones multimillonarias de trenes de cercanías e intercités, amén del auge de los trenes nocturnos), Alstom quería evitar que la compañía de Beasain consolidara su posición en el Estado francés, donde ya tiene la planta de Bagnéres-de-Bigorre y en la que está ejecutando un plan de inversiones de 25 millones de euros.

Las conversaciones entre Alstom y Skoda avanzaron al punto de que en primavera era la única aspirante, pese a que el comité de empresa de Reichshoffen prefería a CAF, al entender que la compañía de Beasain, de un mayor tamaño que la checa, ofrecía mayor garantías para la planta.

El plazo para cerrar la operación concluía en julio, pero Bruselas autorizó una prórroga una vez las conversaciones Alstom-Skoda saltaron por los aires porque, en palabras del delegado sindical de CFE-CGC en Alstom Claude Mandart, la empresa checa “se comportó de manera escandalosa, tratando de aprovecharse del retraso y de ser el único candidato”, incluso con un precontrato. La cuerda se rompió, según este testimonio que recoge L’Usine Nouvelle, que también valora positivamente a CAF: “Skoda actúa como francotiradores, sin plantas en Europa Occidental, mientras que CAF es diferente, son gente conocida”.

Fuentes que cita el semanario francés también atribuyen a Bruselas el reingreso de CAF en escena una vez salta por los aires la vía de Skoda. El director general de CAF en Francia, Alain Picard, reconoció a finales de septiembre en la misma publicación el interés por Reichshoffen: “Sí, estamos interesados en la planta, es una fábrica muy bien equipada, pero la principal cuestión es la carga de trabajo que pueda tener los próximos años; además, ese interés en Reichshoffen no será en perjuicio de los planes que tenemos en Bagnéres-de-Bigorre”.

Además de incrementar la capacidad productiva de CAF en Europa, esta adquisición de la planta que se encuentra a apenas 40 kilómetros de Alemania puede suponer un nuevo espaldarazo cualitativo de la firma guipuzcoana en suelo Alstom, donde trabaja dos grandes pedidos, los intercités por valor de 700 millones y el proyecto TER de París junto a Bombardier. Esta compra consolida a CAF en Francia para nuevos contratos.

No solo eso, sino que también le da un empujón a nivel europeo: la operación también incluye la adquisición de las plataformas Coradia Polyvalent y Talent 3. Esta última está en desarrollo en la fábrica de Bombardier en Henningsdorf (Alemania). Distintas fuentes señalan que el programa Talent 3 y parte de la planta inicialmente también estaba en los planes de venta a Skoda junto Reichshoffen.

De momento, CAF adquiere estas dos plataformas y el conocimiento desarrollado en torno a ellas, que en el caso de Talent 3, un modelo ferroviario pensado en el transporte de cercanías, puede conllevar contratos futuros con ÖBB, el operador austríaco.