n la plaza Iparragirre de Urretxu no falta agua bendita: en la parroquia de San Martín de Tours tienen la que bendice el párroco y en la fuente la que cuenta con la bendición de los vecinos. Mientras cada vez son menos los que conservan la tradición de santiguarse con el agua bendita, el agua que viene de Irimo no ha perdido adeptos.

No en vano, la fuente de la plaza Iparragirre es la preferida de los urretxuarras. Se encuentra situada en la plaza del ayuntamiento y muchos trabajadores prefieren llenar sus botellas de agua en la fuente a hacerlo en los baños de la casa consistorial. Por otro lado, a raíz de la llegada del coronavirus, algunos puestos del mercado semanal de los jueves se colocan en la plaza Iparragirre. Los vendedores ambulantes también sacian su sed con el agua de la fuente.

Y qué decir de los ciclistas... Muchos ciclistas de Urretxu quedan en la plaza y llenan allí el botellín antes de salir. Por otro lado, la carretera que atraviesa el casco urbano de Urretxu pasa por la plaza y muchos ciclistas de Gipuzkoa tienen costumbre de parar en la misma cuando andan por esta zona. No es de extrañar: tienen una fuente con agua fresca, bancos, sitio de sobra para dejar las bicicletas, la terraza del bar Navarro...

A los niños también les gusta mucho la fuente. No tiene pulsador y el chorro es continuo, por lo que es ideal para jugar con el agua.

La primera fuente de la plaza de Urretxu data de 1763. Hoy en día todos tenemos agua en casa, pero antes no era así. Las fuentes cumplían una función muy importante, pues de ellas se cogía el agua que luego se utilizaba en casa. Las canalizaciones eran peores que las de hoy en día y era habitual que el pueblo se quedase sin agua. La fuente de Urretxu también tuvo que ser arreglada a menudo.

La elegante fuente que los urretxuarras disfrutan hoy en día data de 1995. Es de cuando se reurbanizó la plaza. El arquitecto propuso instalar una fuente con pulsador, pero al alcalde Ramón Arbizu no le gustó el diseño y acudió a Koldo Argandoña. Para entonces, José Ramón Etxaniz Pitxi estaba construyendo el pilón.

A Argandoña le gustó mucho el trabajo que estaba realizando Etxaniz y propuso crear un grupo de trabajo. Lo formaron el alcalde, Argandoña, Etxaniz y el concejal Joxe Leunda.

La fuente cuenta con un frontón, el escudo de la localidad y un grifo. El grifo es un animal mitológico. El de Urretxu echa agua por su boca. Además, se tallaron dos años en la piedra: 1763 (el año en el que se construyó la primera fuente) y 1995 (el año en el que se construyó la actual).

Las anteriores fuentes echaban agua a borbotones y a la nueva se le dotó de un depósito para que eche el sobrante y nunca falte agua.

No es de extrañar que a los urretxuarras les guste beber de esta fuente. Eso sí, a Iparragirre nunca se le ha visto bajar del pedestal a beber agua. Le van más otro tipo de bebidas.