os terrenos cercanos al convento de Las Salesas del camino de Intxaurrondo -entre esta calle y el paseo de Txaparrene que discurre junto a las vías del tren- dejarán de ser una zona salvaje y acogerán en el futuro un complejo residencial con quince viviendas de alto standing, con pista de pádel y piscina. Al conjunto se accederá por una nueva entrada que se creará en el número 36 del camino de Intxaurrondo.

La ordenación de este ámbito urbanístico formado por los terrenos que fueron propiedad de las Madres Salesas, entre los números 28 y 36, es objeto de un plan especial que ha iniciado su tramitación para permitir la construcción de la urbanización prevista. Recientemente, el convento quedó vacío, tras el traslado definitivo de las religiosas, que se fueron a otras instalaciones de Santander. Por ello, el espacio verde del que hacían uso las monjas quedó libre y fue puesto a la venta.

El terreno objeto del plan de construcción tiene una superficie cercana a los 4.000 metros cuadrados, que está ocupada parcialmente por vegetación de escasa relevancia. También hay dos edificios residenciales, uno de ellos vacío. El espacio en el que surgirá la nueva urbanización tiene una diferencia de cota de nueve metros entre la parte del camino de Intxaurrondo y el paseo de Txaparrene, por lo que está en cuesta. Su anchura es de 50 metros en la zona sur del terreno y tiene una longitud de entre 70 y 90 metros.

compra el pasado año

Una sociedad promotora, denominada Caminito del Cielo, apodo popular de la citada calle por los numerosos conventos que había en ella, compró los terrenos verdes en diciembre del año pasado y ha previsto la construcción del citado conjunto residencial.

La creación de este plan de vivienda permitirá también ceder pequeñas zonas de la parcela privada para uso público tanto en el camino de Intxaurrondo como en el paseo de Txaparrene con el fin desahogar el paso.

La promotora Caminito del Cielo trabajó en dos alternativas para la nueva ordenación y se ha decantado finalmente por una de ellas, que prevé un único bloque con una edificabilidad de 1.565 metros cuadrados de techo sobre rasante de uso residencial y 837 metros cuadrados subterráneos con usos de garaje y auxiliares.

El edificio contará con un total de quince viviendas y 23 plazas de aparcamiento subterráneo. Once de las plazas serán individuales y seis, dobles. La alternativa descartada preveía dos bloques diferentes en distintas zonas de la parcela con un total de doce viviendas independientes.

El convento de las Madres Salesas es uno de los que jalonan esta antigua vía urbana paralela a las vías del tren y a la avenida del Alcalde José Elosegi a su paso por Ategorrieta. Otras congregaciones que fueron asentándose en la zona son las Ciegas de San Rafael, las Religiosas Cristetas y la Sagrada Familia de Burdeos.