donostia- Los peatones deberán transitar por el bidegorri del paseo de La Concha y las bicicletas, por el carril de carretera acotado por las obras, con motivo de los trabajos de ensanchamiento de la acera del último tramo del paseo de La Concha que comenzarán mañana. Estos trabajos obligarán a ocupar la actual acera, que será levantada para colocar unas vigas que permitirán crear la superficie añadida en forma de voladizo. Además, la obra también supondrá el refuerzo del muro de costa, para lo que se colocará un andamio. Una vez finalizada la operación se renovará la barandilla con la nueva que se está fabricando en Oporto.
Así lo anunció ayer el Ayuntamiento de Donostia, que explicó que la actuación comenzará con la retirada de unos 200 metros de la antigua barandilla. La concejala de Proyectos y Obras, Marisol Garmendia, manifestó que “esta operación es compleja y requiere de una serie de desvíos provisionales para peatones y bicicletas que discurren por la zona comprendida entre los dos miradores del paseo”. “Por ello -prosiguió-, los trabajos ocuparán toda la acera actual del paseo, por lo que las bicicletas discurrirán por el carril que ha estado ocupado por las obras del colector y los peatones, por el actual bidegorri.”
andamio La nueva fase de obra comenzará mañana con el desmontaje de los tramos de barandilla, los machones que la sujetan, el bordillo sobre el que se asientan y las farolas del paseo, según informó el Ayuntamiento. Al mismo tiempo se irá colocando un andamio volado a lo largo del paseo para preparar la base de la nueva barandilla, regenerando la parte superior del muro de costa. El andamio, además de generar la plataforma de trabajo, aportará la seguridad necesaria.
La nueva fase de trabajos ha sido posible gracias a que la obra del colector de aguas pluviales en este punto del paseo de La Concha ha terminado. La obra se ha llevado a cabo en las ultimas semanas y ha consistido en colocar un nuevo colector de pluviales al que se conectan todos los sumideros que recogen en la zona el agua de lluvia y que, hasta ahora, vertían directamente a la playa, “algo que no era especialmente bueno desde el punto de vista medioambiental”, dijo la concejala.
Toda la operación culminará con la sustitución de la vieja barandilla por la nueva que se está construyendo en Portugal, con motivo de la quiebra de la empresa asturiana que se había encargado de ello en los últimos años.
Recientemente, el Ayuntamiento dio su visto bueno a donar cuatro metros de la vieja barandilla de La Concha, obra de Rafael Alday, a la localidad japonesa de Taki, que está creando un complejo gastronómico con una zona denominada Little San Sebastián, que acogerá el símbolo donostiarra. También lo tiene la ciudad onubense de Lepe, en concreto en su playa de La Antilla. - N.G.