donostia - El índice de reciclaje en Donostia no solo no aumenta, según las expectativas municipales, sino que, a lo largo del pasado año, se redujo un punto y pasó del 38% al 37%, alejándose del 60% fijado como objetivo. Además, en el pasado ejercicio aumentó la generación de residuos, con un 3% más de volumen llevados a vertederos (ahora a la incineradora) y creció el índice de motorización, con un 1% más de coches por habitante. Las emisiones de CO2, por su parte, también sufrieron un incremento interanual del 4%.

Así lo señala el Informe Anual de Sostenibilidad correspondiente a 2018, elaborado por la Fundación Cristina Enea. El trabajo traza un diagnóstico del estado medioambiental y de sostenibilidad de la ciudad por medio de 49 indicadores y fue presentado ayer por el concejal de Ecología, Enrique Ramos, el director de la fundación, Manu González Baragaña, y la técnica Leire Sarobe, que destacaron también aspectos positivos de la evolución medioambiental de Donostia.

El trabajo, por ejemplo, destaca que el volumen de agua consumida sigue descendiendo y es ahora de 205 litros por habitante al día, una cifra muy inferior a los 345 de hace 14 años, gracias a la eliminación de fugas, entre otros factores. También se ha reducido el número de personas expuestas a niveles de ruido altos. Según datos de 2016, el 12% de la población estaba afectada por excesos sonoros por las noches.

La calidad del aire, otro factor analizado, ha sido “buena” o “muy buena” en la mayor parte del año, con un día de calidad del aire “mala”, ligada al registro de partículas en suspensión por encima de los límites establecidos en las estaciones de Ategorrieta y Easo, y otro por los altos registros de ozono en las estaciones de la avenida de Tolosa y Puio.

Los residuos son otro de los apartados de los que se ocupa profusamente el Informe de Sostenibilidad. Según señala, el pasado año se recogieron de modo selectivo 0,44 kilos de residuos por habitante y día, menos que los 0,45 de los años precedentes. Además, aumentaron un 3% los residuos que llegan a los contenedores de resto (0,77 kilos por habitante y día) y fue el tercer año en el que creció este concepto desde 2007. Los residuos en general también aumentaron, en concreto, un 1%, lo que supone que cada donostiarra produce 1,21 kilos al día.

Por otra parte, la recogida de materia orgánica ha sido de 5.135 toneladas y ha aumentado un 4% lo llevado por las familias a los contenedores específicos de las calles. Según los datos del Observatorio, 27.731 familias y 1.717 establecimientos participan en el sistema de contenedores orgánicos. Además, 797 hogares tienen compostador individual y 110 hogares participan en programas de compostaje comunitario.

En las emisiones de CO2 (sin considerar la industria), los últimos datos de 2017 (no hay de 2018), muestra un descenso del 12% respecto a 2007, según el trabajo, que concreta, sin embargo, que el incremento interanual ha sido del 4% respecto a 2016. Es decir, que las emisiones de CO2 siguen subiendo en lugar de bajar, según los objetivos teóricos del Ayuntamiento y resto de instituciones.

El consumo de energía eléctrica, por su parte, también rompe la tendencia descendente de los años de crisis y sube un 3%. El gas lo hace aún más y se consume un 6%. Por otra parte, y aunque aún hay pocas instalaciones de energía renovables, la producción creada con ellas fue de 16 millones de kilowatios/hora el pasado año, un 78% más que en el año anterior.

En el campo de la movilidad ha aumentado el número de personas que usa el transporte público para desplazarse por Donostia. En concreto, se contabilizaron 32,9 millones de viajes en Dbus, Lurraldebus o EuskoTren, lo que supone 176 viajes anuales por habitante, “una cifra que está entre una de las más altas de Europa y muy por encima del resto de ciudades españolas de parecido tamaño”, según dice el trabajo. El número de viajes en Dbus, un 89% del total, ha experimentado un incremento del 2,70% respecto a 2017.

Pero el aumento del transporte público no implica menos viajes en transporte privado ya que sube también el índice de motorización. El número de turismos, que bajó con la crisis y repuntó en 2016, mantiene su incremento en 2018 (407 turismos por 1.000 habitantes, lo que supone un 1% más). Las motocicletas crecen menos (0,22%) y son ahora 141 por cada 1.000 habitantes.

El uso de la bicicleta también aumenta y se contabilizaron 21.283 desplazamientos en este vehículo en 2018, un 3% más que en el año anterior.

Recogida selectiva. La media de residuos llevados a reciclaje es de 0,44 kilos por persona y día, un punto menos que en 2017.

Orgánico. A lo largo del pasado año, las familias y establecimientos comerciales llevaron a los contenedores específicos 5.135 toneladas de materia orgánica, un 4% más que en el ejercicio anterior.

1,21

Cada donostiarra genera una media de residuos de 1,21 kilos por día, lo que supone un 1% más a lo largo de 2018 que en 2017

Mejoría. El consumo de agua por donostiarra fue de 205 litros, un 0,43% menos que en el ejercicio anterior. Además, bajó dos puntos el agua perdida por fugas, que se quedó en el 9% de la demanda total.

Calidad. La calidad del agua de consumo sigue siendo “óptima”, con un 99,7% de analíticas satisfactorias, según el Informe de Sostenibilidad. La regata de Añorga pasa de tener “escasa calidad” a “calidad media”.