Las máquinas litográficas de Gráficas Laborde y Labayen produjeron carteles históricos que marcaron época. Un cartel con la propaganda electoral en EEUU de Abraham Lincoln, un calendario para América de Simón Bolívar, un cartel para el llamamiento a votar del primer Estatuto de Autonomía Vasco a la población inmigrante o carteles anunciadores de las regatas de la Concha. Son solo algunos ejemplos de una larga lista de carteles, postales, programas o etiquetas que forman parte de una vasta colección. La historia de la emblemática firma tolosarra, pionera en la nueva cartelería propagandística industrial, ha sido recogida en un libro que se presentará el 18 de octubre en el salón de actos del ayuntamiento.

El tolosarra Paco Lizarralde es el autor de la publicación y el fotógrafo Joseba Urretabizkaia se ha encargado de la fotocomposición. “El libro es un pequeño homenaje a Tolosa y a su pujanza industrial, a los trabajadores de la empresa, sobre todo, a las familias Laborde y Labayen, que fueron pioneras en la incipiente cartelería estatal, y que realzó la Belle Époque donostiarra”, explica Lizarralde.

Viuda de Juan José Laborde e Hijos, una pequeña empresa de litografía que se situaba a principios del siglo XX en un bajo de la calle Rondilla de Tolosa, se unió a la familia Labayen para crear Gráficas Laborde y Labayen. Levantaron el nuevo negocio en un edificio de la calle Agintari, hasta que en 1974 cesaron su actividad. Por él han pasado muchos tolosarras, algunos de los cuales -y también la familia Laborde- han colaborado con los autores del libro a la hora de recopilar información.

En la publicación se hace mención, en primer lugar, a la importancia de Tolosa en su faceta industrial y de las artes gráficas, también se aborda la transformación que ha experimentado la villa a lo largo del tiempo a nivel social, económico e industrial; se aporta información sobre la saga de los Laborde y su producción gráfica, se repasa la arquitectura industrial de Gipuzkoa referida a Gipuzkoa, se detalla la fusión de las dos empresas para formar Gráficas Laborde y Labayen, se repasa la nueva actividad impresora, hasta terminar con la relación de trabajadores, fórmulas artesanales para la obtención de tintas, el cierre de la empresa y anécdotas.

La publicación incluye una muestra antológica de carteles y postales que se imprimieron en Tolosa y que hacen las delicias de los amantes de la pintura y de los coleccionistas.

La saga Laborde y el socio Labayen

Cuenta Paco Lizarralde en sus textos que el patriarca Guillaume Laborde emigró de Iparralde a Gipuzkoa como consecuencia de la gran crisis que sufrieron las tierras de Lapurdi a raíz de la Revolución Francesa en 1789. Se estableció como oficial curtidor en Antzuola y contrajo varios matrimonios.

Posteriormente, dos de sus hijos, Juan José y Feliciano, se desplazaron a Tolosa a estudiar a la Academia Fanos, donde pudieron aprender materias como Humanidades, Dibujo, Matemáticas o Ciencias. Optaron por instalarse en Tolosa definitivamente y fundaron la litografía Gráficas Laborde, aunque más tarde Feliciano se desvinculó del proyecto y fue Juan José quien continuó con el negocio.

Juan José contrajo matrimonio con Mamerta Gárate, vecina de Asteasu, que recibió en herencia muchas propiedades, gracias a lo cual pudieron modernizar el taller con la últimas técnicas litográficas de la época. Sin embargo, Laborde murió a los 56 años y fue su viuda la que tuvo que hacer frente al negocio.

Posteriormente, su hijo Guillermo, que había cursado estudios en París y Burdeos, se ocupó de la empresa familiar. En 1903 se asoció con Francisco Labayen Pellejero con el fin de ampliar el negocio y un año más tarde, en 1904, abrieron una nueva fábrica diseñada por el arquitecto Julián Eizaguirre al lado del río Oria, en la calle Agintari. El hijo de Guillermo, José Mª Laborde, y los hijos de Francisco Labayen, se simultanearon en la dirección de la empresa de Gráficas Laborde y Labayen, hasta que en el año 1974, finalizaron su actividad laboral gráfica.

En sus talleres se editaron libros, programas de fiestas, retratos, confetis, mapas, obras de teatro, catálogos, postales de temas vascos, álbumes, calendarios y etiquetas de conservas. Como impresiones curiosas destacan los sellos de correos de Carlos VII en la Segunda Guerra Carlista, la impresión del periódico carlista El Cuartel Real, un calendario para América de Simón Bolívar o un cartel de propaganda para las elecciones en EEUU de Abraham Lincoln. Es reseñable también que la imprenta fue en tiempos de la República fábrica de moneda y timbre.

Las producciones son obra de prestigiosos dibujantes como los Sotero, Ezcurdia, Etxeberria, Hombrados Oñativia, Monje, Arretxe, Gaztañaga y, cómo no, Txiki Zabalo, autor de un gran número de extraordinarios carteles.