Con prácticamente la totalidad de los adultos hondarribiarras fuera de combate tras un intenso y extenuante 8 de septiembre, los niños volvieron a acaparar ayer el protagonismo, con todo un despliegue de actividades exclusivamente diseñadas para ellos, con contadas excepciones.

El día comenzó con la Diana interpretada por los dulzaineros del grupo Goizut, dando el pistoletazo de salida a una mañana de disfrute infantil, con la ya tradicional carrera de motos correpasillos para menores de cuatro años como plato fuerte en el paseo Butrón. Tras la carrera, el comentarista de la prueba, Koldo Emery, destacaba que este es ya “el undécimo año en el que se celebra”.

El paseo Butrón continuó siendo el foco del ocio infantil también a las 12.00 horas con los talleres Txiki Chef, en los que los niños de entre 5 y 12 años pudieron amasar sus propias galletas y personalizar golosinas. De forma paralela, las campas entre la muralla y Zezen Plaza acogían a esa misma hora la apertura matutina del parque infantil gigante, con múltiples hinchables y hasta un circuito de mini quads. Por la tarde, los txikis pudieron participar en un campeonato de puzles por parejas y correr frente a los cabezudos, que no acudieron a la cita sin gigantes.

Los adolescentes también tuvieron su hueco en la agenda cultural de ayer, con una sokamuturra en la calle Mayor al mediodía, conciertos de reggae en la Benta a partir de las 20.00 horas y un encierro de toros de fuego a las 21.00 horas. Para finalizar, el colectivo Santiagoko Deabruak ofreció un espectáculo de castillos de fuego en las murallas y Demode Quartet sorprendió con música y humor en Arma Plaza.