donostia - Las obras de vaciado de la casa del faro de la isla, así como la excavación de unas 100 toneladas de tierra y piedras para insertar en el suelo la obra artística de Cristina Iglesias, comenzarán en octubre. Así lo señaló ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, tras la firma de la cesión para un periodo de 30 años, prorrogables otros cinco, de los terrenos en los que se sitúa el edificio por parte del presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes.

El responsable de la entidad, Félix Garciandía, se mostró “encantado de poder colaborar en un proyecto cultural como este” y añadió que desde que el Ayuntamiento hizo llegar su propuesta, tras una primera oferta de uso a los municipios con casas del faro deshabitadas, la entidad se puso en marcha para abordar la larga tramitación necesaria. “Es la primera actuación de puesta en valor de los faros de Gipuzkoa y esperamos ir dando pasos en esta línea, con propuestas de usos complementarios”, añadió el responsables. Goia, por su parte, añadió que el Ayuntamiento “no sabía qué hacer” cuando la entidad responsable de los faros ofreció la posibilidad de que la ciudad buscase una utilidad a la casa del faro. “Al año siguiente, en 2016, a Cristina Iglesias se le ocurrió la idea y hubo una conjunción de astros que hizo posible el acuerdo de todas las partes”, agregó.

Las primeras obras en Santa Clara, consistentes en los preparativos para el posterior vaciado, comienzan el 16 de septiembre y durarán dos semanas. Ya desde entonces, el acceso a la isla quedará restringido, aunque la parte inferior -el muelle y la pequeña playa- seguirá siendo accesible para todo el mundo. El calendario actual prevé que la obra artística de Cristina Iglesias sea ya visitable en septiembre del año próximo.

escombros Goia recalcó que el vaciado del edificio y del terreno, que correrá a cargo de la empresa Moyúa, “se llevará a cabo de acuerdo a un riguroso plan para minimizar las afecciones a la isla”. El traslado de los escombros y residuos “tendrá un alto nivel de cumplimiento medioambiental, conforme al plan aprobado”, dijo.

Las obras de vaciado se alargarán tres meses. Más adelante, se acometerá la adecuación del edificio, que tendrá una cubierta acristalada; se insertará la obra escultórica de bronce, que ya se está fabricando en la empresa eibartarra Alfa Arte, y se pondrá en marcha el sistema de agua dulce en un circuito cerrado, que simulará la subida y bajada de las mareas.

maqueta en el aquarium Por otra parte, Goia confirmó que el Aquarium acogerá una maqueta de la obra escultórica de la isla, aunque dijo que aún no está decidido cómo se llevarán a cabo las visitas al lugar y de quién dependerán. De hecho, las propias características del mar harán que muchas veces la obra no sea visitable.

Asimismo, el regidor donostiarra manifestó que el acceso al lugar será “gratis”. “Siempre se ha pensado que la entrada a ver la obra será gratuita aunque habrá que pagar si se quiere ir en la motora de la isla. De todos modos, la idea es que si alguien quiere ir en su pirautxo o de otro modo no tenga que pagar”, recalcó Goia.

El acceso al recinto que esconderá la vasija en relieve de Cristina Iglesias es uno de los aspectos del proyecto que aún no han quedado detallado en el proyecto. La existencia de una pasarela que recorrerá las paredes interiores de la casa del faro para permitir contemplar la obra no permitirá que circulen por ella más de una docena de personas a la vez, según lo explicado hasta el momento. Se desconoce, pues, si habrá alguien en todo momento para controlar el paso de personas.

El faro de la isla de Santa Clara seguirá ejerciendo su función tanto durante las obras como posteriormente. Esta señal marítima se puso en funcionamiento en 1864 y hasta la automatización del mecanismo, en 1968, fue la residencia de doce fareros y sus familias, por lo que tiene habitaciones y cocina, que desaparecerán.