Ordizia - La empresa Inakat, de la mano de Cristina Palita ha recibido el premio al mejor proyecto de inclusión social a través del emprendimiento. Con este galardón se ha querido dar un impulso a aquellas personas que se encuentran en situación de exclusión social o con dificultades para incorporarse al mundo laboral a través del emprendimiento.

¿Qué significa Inakat?

-Desde pequeña me han llamado Ina, como diminutivo. Además, me gustan muchísimo los gatos, que en ingles es cat. Pero según la pronunciación, también quiere decir cortar, por lo que me venía como anillo al dedo el nombre.

¿Y, qué es lo que ofreces?

-Todo lo que esté relacionado con el mundo de la confección, desde bordados, nombres, dibujos, coger bajos, hacer arreglos, disfraces, cortinas... hago lo que haga falta.

¿Coses desde pequeña?

-Me crió mi abuela y ella era una artista, cosía de todo, incluso se hacía su propio calzado. Ella fue la que me metió este virus, porque la costura es una enfermedad; una muy buena enfermedad. Yo desde siempre he cosido y había gente que me decía que tenía buena mano. Hace algunos años cuidaba a una señora mayor y tenía en su casa mi máquina de coser; ella me animó también mucho para que hiciese algo relacionado con este mundo. Para mí, es un sueño de toda la vida, y aunque la señora falleció, también sé que era su sueño.

Al final te animaste y has abierto la tienda en la plaza José Miguel Barandiaran.

-Sí, pero el camino no ha sido fácil. Tengo que agradecer a todas aquellas personas que han hecho posible que yo haya dado el paso, desde el banco que me ha dado la oportunidad de emprender como la de todos los amigos y mi pareja que me han apoyado en todo momento y han creído en mí desde el minuto cero. Hace poco Goieki premió tu proyecto. ¿Cómo recibiste la noticia?

-Yo hice mi plan de negocio y estratégico con ellos, y desde Goieki me animaron a que me presentase. La verdad es que no tenía mucha esperanza hasta que me dijeron que había ganado. Todos ellos se han portado muy bien conmigo y también les estoy muy agradecida. En el momento que me dieron la noticia no me lo creía, porque en un banco me dijeron que mi idea no tenía futuro, y mira, al final hasta me han premiado.

¿Cómo han sido estos primeros meses?

-Aunque llevo poquito tiempo con la tienda abierta, por ahora estoy muy feliz. Para mí lo importante es que los clientes se queden satisfechos con mi trabajo; no tengo más herramientas que las máquinas de coser y mis manos, con ello lo hago todo.

¿Has pensado en dar clases de costura?

-No es una idea que tenga en la cabeza. Ahora estoy yo sola en la tienda y no tendría tiempo para ello. Además, este trabajo lo tomo con mucha seriedad y profesionalidad, y, muchas veces, la gente va a costura como un hobby, que también lo respeto muchísimo. Pero este es mi trabajo y no puedo estar dando clases sin atender a los pedidos de la clientela. Si todo va bien sí que tengo pensado incorporar a alguien más que esté especializado en realizar arreglos y el planchado de ropa.

Tienes el local muy ordenado.

-Sí, para mí es una cosa muy importante. Creo que al entrar la gente no puede ver las cosas por el suelo sin ningún orden; hay que ser disciplinado con ello. Cada prenda tiene su tique, con el nombre, número de teléfono... vamos, con todo lo necesario para que en cuanto quiera localizarlo lo haga enseguida.

¿También creas tu propia ropa?

-Pues ese sería mi gran sueño, crear mi firma de ropa. No me suele gustar cualquier tipo de ropa, y me gustaría crear cosas únicas. Creo que a Ordizia le falta un lugar donde se pueda encontrar ropa especial; por ejemplo, para bodas. Hay muchas mujeres que me dicen que no encuentran lo que quieren y al final se van hasta las tiendas de las capitales. Esa es mi idea, crear prendas al gusto del cliente con el servicio personalizado para que siempre se vean de la mejor forma posible con prendas especiales.