más allá de los límites de la ciudad existen tierras que siguen siendo Donostia. En muchos mapas no aparecen, pero la capital guipuzcoana cuenta con tres islas, separadas del núcleo poblacional principal que, sin embargo, forman parte del término municipal. Además de Zubieta, también Landarbaso es parte del municipio, al igual que el monte Urdaburu que, curiosamente, es el pico más alto de Donostia, aunque está algo más al sur y limita con Nafarroa (Arano).
Estos tres territorios no siempre estuvieron separados del resto y, hoy en día, su pertenencia a Donostia explica parte de la historia de la ciudad, de su pasado rural y de la evolución de distintas poblaciones de los alrededores.
Recientemente y con motivo de las elecciones municipales, este periódico cuestionó a los cinco candidatos a alcalde por las localidades que lindaban con Donostia. Tanto los representantes políticos como este periódico tuvieron en cuenta únicamente las lindes de la zona principal y, sin embargo, no se hizo referencia a los límites que Donostia tiene con otros municipios gracias a estos tres territorios. Así, además de limitar con Orio, Usurbil, Lasarte-Oria, Hernani, Astigarraga, Errenteria y Pasaia, Donostia comparte muga también con Zizurkil y Andoain (en Zubieta) y con la localidad navarra de Arano (en Urdaburu).
Más islas dentro de la isla
El mayor de esos tres territorios (separado de la ciudad por Usurbil y Lasarte-Oria) es Zubieta que, además del núcleo poblacional, abarca alrededor de 4,5 kilómetros cuadrados de terreno, en los que se está construyendo el mayor polígono empresarial de la ciudad (Eskuzaitzeta), además de infraestructuras como la incineradora.
Antaño los caseríos de Zubieta conformaron una universidad vinculada a Donostia. Cuando nació Usurbil como villa, a finales del siglo XIV, los vecinos de Zubieta tuvieron que decidir si se integraban en ella o seguían vinculados a Donostia: de los 21 caseríos de la época, catorce eligieron Donostia y el resto, Usurbil y esa decisión marcó los límites entre un municipio y otro. Desde entonces ha habido algunos deslindes más entre las dos localidades, el último hace menos de 30 años, pero se mantiene, a grandes rasgos, la decisión de los zubietarras de entonces, lo que supone que en el ámbito urbano, que en su mayor parte corresponde a Donostia, siga habiendo algunas zonas pertenecientes a Usurbil.
El ingeniero agrónomo y miembro de Aranzadi Marko Sierra explica, por ejemplo, que en un radio de pocos metros se llega a cambiar de municipio hasta seis veces. La línea divisoria entre los terrenos de uno y otro atraviesa por la mitad la propia iglesia, que mantiene sus dos puertas: una en la zona que es Donostia y la otra en Usurbil, al igual que los relojes, uno mirando en cada dirección. “Curiosamente, el lema de Zubieta en su escudo es Batu, ez banandu”, recuerda Sierra.
Más al sur del núcleo poblacional, Donostia abordó recientemente un conflicto con sus lindes, en este caso, con la limítrofe Andoain. Zubieta está delimitada al sur por el río Abalotz, excepto en un punto en el que se extiende unos metros más y vuelve de nuevo al río, creando una especie de triángulo. En la punta de ese triángulo un mojón delimita las tierras de Donostia y las de Andoain.
Sin embargo, esta localidad considera que el río es el límite natural y lógico y que esa zona corresponde a su territorio, por lo que hace varios años reabrió el debate para reclamárselo a Donostia. “Es una especie de triángulo de las Bermudas”, apunta Sierra en referencia a la polémica, aunque, en este caso, se trata de una zona boscosa y montañosa de pocos metros cuadrados.
Placas donostiarras
Landarbaso abarca algo más de dos kilómetros cuadrados en las faldas del monte Igoin. Hasta hace 30 años el lugar estaba unido al resto del territorio municipal, pero la independecia de Astigarraga en 1987 lo convirtió en otra isla, ya que al contrario que sus vecinos más cercanos, los habitantes de los pocos caseríos de la zona siguen siendo donostiarras. Dan fe de ello las placas con el nombre del camino principal de acceso a esos baserris (Bentatxiki bidea), con el formato donostiarra. Precisamente, uno de esos carteles al inicio de los terrenos donostiarras, junto al cruzar la regata Landarbaso que ejerce de límite, sirve, de alguna forma, para marcar el territorio.
Sierra explica que originalmente Landarbaso era landerbaso, bosque de extranjeros (lander). El término podría hacer referencia a los gascones de Donostia que arrebataron el lugar a Errenteria, según algunas fuentes. Hubo más tarde algún intento de cederlo a Errenteria pero, al parecer, no les interesó. Aunque se desconoce desde cuándo forma parte de Donostia, se remontaría a finales de la Edad Media. En la zona hay varios dólmenes y también están las cuevas de Aitzpitarte o Landarbaso aunque, en este caso, forman ya parte de terrenos de Errenteria.
El punto más alto
El caso de Urdaburu es, probablemente, el más desconocido por muchos ciudadanos, que no son conscientes de que Donostia llega hasta Nafarroa. El terreno en cuestión, rural y deshabitado y de alrededor de 2,2 kilómetros cuadrados, es montañoso y boscoso, con una cumbre a 602 metros de altitud. Es, precisamente, el punto más alto de toda Donostia. Está dentro del parque natural Aiako Harria.
Urdaburu formaba parte de los conocidos como Montes Francos del Urumea, zonas comunales que desde la Edad Media utilizaban los habitantes de Hernani, Urnieta y Donostia. En el siglo XVII se deslindaron y se repartieron, de manera que Urdaburu se asignó a Donostia y forma parte del término municipal desde entonces, aunque nunca ha estado conectado con el resto del municipio.
La muga de la parcela de Urdaburu la establece, al sur, un meandro del Urumea, que dibuja, a su vez, el límite entre Gipuzkoa y Nafarroa. El polígono Irakurri, en ese mismo meandro, y las casas y terrenos ubicadas junto a él se reparten, en pocos metros de distancia, en cuatro municipios: Hernani, Donostia, Errenteria y Arano.
Parte del monte fue en su momento explotado por altzatarras y otra parte por el resto de donostiarras y durante los años que Altza fue municipio independiente Urdaburu se dividió en Altzabaso y Donostibaso. Sierra apunta que todavía hoy en día se puede apreciar el límite entre ambas parcelas, con plantaciones diferentes: a un lado pinos y al otro, hayedos. Quedan todavía en pie algunos mojones con la A que recuerdan dónde estaba el límite de Altzabaso y en la cumbre otro mojón atestigua que, mirando a Hernani y Errenteria, el pico está en Donostia (SS).