legazpi - Floren Gutiérrez tiene 58 años. Trabajó en una fábrica de sillas, en el bar que regentó su familia (Txepetxa) y en las empresas Patricio Echeverría y Joaquín Bereziartu. Es un legazpiarra de pura cepa y siempre ha colaborado en las iniciativas sociales y culturales de Legazpi. Su currículum le hace, sin duda, merecedor del premio Olaria.
¿Con qué iniciativas del pueblo colabora?
-Colaboro en el alarde, la tamborrada, la feria de Santo Tomás del colegio Domingo Agirre, la Agenda 21, el Erreka Eguna, la comparsa de carnavales del grupo de danzas Sustraiak y la sociedad montañera Izadi Zaleak. Y en carnavales me gusta disfrazarme de un personaje popular de Legazpi. Como apicultor, me dedico a retirar los nidos de las avispa asiáticas. Hay que retirarlas y cogí esa responsabilidad. En los casos en los que no puedo, aviso al Ayuntamiento.
¿Qué le empuja a colaborar en las iniciativas locales?
-Lo he hecho siempre. Mi lema es mientras pueda ayudar, ayudaré.
Es un legazpiarra de pro. ¿Cuáles son los atractivos de Legazpi?
-Es un pueblo atractivo. Tiene de todo. Hasta hace poco tenía mucha industria y mucho trabajo. Está bien comunicado y rodeado de naturaleza.
¿Cómo ve el pueblo en la actualidad? ¿Qué mejoraría?
-Legazpi está cambiando a mejor. Se están haciendo cosas. Por ejemplo, se está haciendo una gran labor para concienciar a la gente de que el cambio climático es una realidad y que debemos cambiar nuestros hábitos. Por ejemplo, apostando por las energías renovables y el reciclaje. En cuanto a las cosas que se pueden mejorar, se están eliminando los obstáculos arquitectónicos y no debemos parar hasta eliminarlos del todo.
El martes arrancan las fiestas. ¿Cómo las vivirá?
-Antes disfrutaba mucho de las vaquillas, el ambiente de las txoznas y las barracas. Ahora me gustan otro tipo de actividades más tranquilas. Por ejemplo, la ezpata dantza y la tamborrada. Participo en la tamborrada desde que entré en la organización y este año también lo haré.
El viernes que viene recibirá el premio Olaria. ¿Qué le pasó por la cabeza cuando le dijeron que este año se lo iban a entregar a usted?
-Al principio pensé que era demasiado premio para mí, pero ahora estoy contento y orgulloso. Es señal de que la gente te aprecia.
Además de las fiestas de Santikutz, disfruta mucho de los carnavales.
-Siempre me he disfrazado, pero cuando trabajaba no tenía tiempo de preparar los disfraces con tanto mimo como ahora. Hay que dar un impulso al carnaval de Legazpi, pues estos últimos años ha perdido fuerza.
Además de salsero mayor de Legazpi, es apicultor.
-El padre de mi esposa tenía unas colmenas con otro señor y cuando ellos lo dejaron las cogimos mi cuñado Inixio y yo. No hace falta ni decir que la miel es un producto muy bueno. Es un producto natural y sano. Animo a la gente a consumir productos naturales. Hay que comer sano.