donostia - La construcción del nuevo puente de Astiñene, entre los barrios de Egia y Loiola, ya ha comenzado y se pueden ver las máquinas de obra en ambas márgenes del río Urumea, donde el terreno se está preparando. La actuación fue adjudicada a la empresa Murias en diciembre del pasado año aunque han comenzado recientemente. Tienen un plazo de ejecución de quince meses, por lo que la nueva pasarela, que costará más de 3,2 millones de euros, estará disponible en verano del año 2020, según el calendario previsto.
El nuevo Astiñene será un puente sin pilares en el agua, únicamente sustentado en las dos márgenes del río, lo que contribuirá a evitar las inundaciones, motivo principal de su sustitución. Tendrá un trazado algo curvo, según el diseño elaborado por el equipo Ingzero, que está redactado desde hace cuatro años. La propuesta contempla una pasarela con amplias aceras un bidegorri y una calzada de dos carriles.
Una vez finalizada la obra, se derribará el viejo puente, cuya estructura está asegurada con pilotes metálicos, aunque a simple vista puede apreciarse claramente el hundimiento que afecta al tablero.
Esta antigua pasarela tuvo que ser cerrada en agosto de 2017 tras detectarse unas peligrosas grietas en su estructura. Aunque el Ayuntamiento ya tenía previsto construir un nuevo puente, no daba tiempo a ejecutarlo con celeridad. Por eso, en octubre de 2017, tras numerosas quejas vecinales por el cierre de la pasarela que supone una conexión básica entre dos barrios, el Ayuntamiento decidió repararla de modo provisional y no mantenerla cerrada hasta la puesta en marcha de la nueva conexión sobre el Urumea.
Tras la obra de refuerzo, que costó más de 600.000 euros, el puente quedó habilitado para poder ser atravesado por todo tipo de tráfico, incluidos los autobuses, en julio del pasado año. La situación provisional se mantendrá hasta la apertura del nuevo Astiñene.
Espartxo No es este el único punto del río Urumea a su paso por Donostia donde hay obras en la actualidad. Junto al nuevo barrio de Txomin, que está en plena ejecución, se cambiará también el puente de Espartxo. En este caso, los trabajos cuestan 2,2 millones de obras y están siendo ejecutados por la empresa Amenabar y Campezo sobre un proyecto elaborado por la ingeniería Arenas y Asociados. El tablero de la nueva pasarela se fabrica en un taller y, cuando esté listo, será colocado sobre los estribos que se construirán junto al actual puente de Espartxo, una actuación que aún no es visible en la zona.
Desde el actual puente de Espartxo hasta las inmediaciones de la zona de Kristobaldegi, en un total de 800 metros, se ejecuta también el denominado parque fluvial del Urumea, una zona que aprovecha la ribera del río en el lado del barrio de Txomin para su transformación en zona de estancia, aunque inundable en caso de crecida del río. Un parque infantil, un bidegorri y otros elementos, en parte ya visibles, completarán la reforma de la orilla del río en este punto. Un sendero recorrerá la zona verde, que tendrá también una campa libre de 50 por 70 metros para actividades, y accesos a embarcaderos. No se descarta que se pueda usar la zona para baño.
Se habilitarán cinco accesos desde el nuevo barrio a este espacio verde junto al cauce, dos de ellos en los extremos y otros tres junto a las viviendas y la nueva plaza de Arteleku.
ensanchamiento El cambio del entorno del río Urumea a su paso por Donostia se completará con el ensanchamiento del cauce a su paso por Martutene entre el nuevo puente del barrio y el del Polígono 27, también denominado de Lugañene. La obra, de casi 17 millones, supone la segunda fase de los trabajos de la Agencia Vasca del Agua, Ura, contra las inundaciones. El nuevo encauzamiento tendrá 570 metros de largo y se sumará a los 800 acometidos en la primera fase. La actuación casi duplicará la anchura del río, que alcanzará los 50 metros. Se calcula que será necesario retirar 120.000 metros cúbicos de tierras.