Las mujeres oñatiarras en el pequeño comercio

Una etnografía feminista del pequeño comercio de Oñati en el siglo XX, del papel que ha desempeñado la mujer en este sector, abordando la actividad bajo el prisma del sustento económico, pero también de la socialización del colectivo femenino a través de los recados y la relevancia del comercio y los servicios en la vida vecinal. Ese es el trabajo que firman al alimón Jone Arrazola e Irati Garai, las autoras de la primera edición de la beca de investigación Selma Huxley Barkham -dotada con 12.000 euros-, que convocó el Consistorio con el objetivo de visibilizar y poner en valor la contribución de las mujeres oñatiarras al municipio a lo largo de la historia.

La labor de las mujeres tras el mostrador, por un lado como motor económico, y por otro, como tejedoras de espacios clave para la vida vecinal no es casual. Y es que mientras los hombres se reunían en los bares y sociedades, las mujeres socializaban en los establecimientos comerciales, donde, precisamente, la presencia femenina es más elevada.

La investigación en la que se han enfrascado Arrazola y Garai se ha centrado en la triple aportación que las mujeres han realizado en el plano comercial: su función económica, socioemocional y espacial (la importancia del emplazamiento de las tiendas en la vida del municipio). Para recopilar toda esta información y obtener una fotografía lo más real posible se ha dado voz y protagonismo a las propias mujeres. En un principio pensaron recoger los testimonios de una decena de personas, y finalmente han entrevistado a 42 comerciantes y clientes.

Le han puesto mucho mimo al estudio que concluyeron a finales de 2018, después de un año de concienzudo trabajo de campo que ha servido para otorgar el reconocimiento social que merecen las mujeres, que en este caso han llevado el timón de un sector económico, el comercial, que “da vida al pueblo”.

Tiendas de alimentación, carnicerías, pescaderías, panaderías, de ropa, zapaterías, peluquerías?, la venta a domicilio, las recadistas, la hostelería? Estas y otras actividades han tejido la historia comercial oñatiarra y todas ellas tienen su espacio en el trabajo que han desarrollado Garai y Arrazola, ambas graduadas en Antropología Social y Cultural. Han reparado, a su vez, en otras muchas cuestiones como las fórmulas de pago entre el comprador y el vendedor, o el propio relevo “que condicionó que muchas hijas tuvieran que quedarse en casa o en la tienda para seguir al frente del negocio familiar”, señalan.

se buzoneará un resumen Ahora la investigación que han llevado a cabo van a compartirla con la ciudadanía por medio de distintas iniciativas. Así, del 8 al 10 de abril se buzoneará en los hogares un resumen con las pinceladas más destacadas del trabajo que en mayo se publicará en forma de libro. Será el primer volumen de una colección que el Ayuntamiento espera completar con los diferentes proyectos que emanen de la beca Selma Huxley, que lanzará su segunda convocatoria a finales de este año.

Según precisan Garai y Arrazola, la labor de reunir fotografías para vestir la parte textual de la investigación ha sido “dificultosa, porque estas escasean”. De modo que han recurrido a las ilustraciones que para la ocasión ha creado la gasteiztarra Shukare Otero con el fin de retratar las escenas vividas en el comercio, y hacer más ágil y atractiva la lectura.

Las difusión de la beca se hará, asimismo, en forma de exposición entre el 9 de mayo y el 2 de junio. El escenario elegido es la antigua tienda de alimentación Egaña de la calle Bakardadeko Ama. “Tiene su encanto porque conserva el mostrador y las estanterías de los años en los que estuvo en funcionamiento”, reconoce Garai.

Fotos antiguas, ilustraciones, objetos y herramientas de trabajo darán contenido a la muestra que escenificará el papel que ejercieron las mujeres en el pequeño comercio durante el siglo XX. Además, se ofrecerán visitas guiadas dirigidas a comerciantes (el mismo día de la apertura), escolares y colectivos que lo soliciten, así como el público en general.