donostia - La diputada foral de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, anunció ayer que las obras del nuevo acceso al Polígono 27 de Martutene desde Astigarraga arrancarán en octubre. Con esta actuación se pretende descongestionar la rotonda de acceso al parque empresarial e industrial y, también, ayudar a aligerar el tráfico de la glorieta de Garbera. Esta actuación, junto con el enlace de Marrutxipi, será una de las dos intervenciones a corto plazo en la Variante donostiarra y es fruto del trabajo entre la Diputación y el Ayuntamiento en torno a la revisión de las entradas y salidas de la ciudad.
Oiarbide compareció ayer a petición propia en la comisión de Infraestructuras Viarias de las Juntas Generales para explicar el proyecto del Polígono 27 acompañada de Mikel Uribetxebarria, director del departamento, que avanzó las conclusiones de la citada comisión interinstitucional en torno a la Variante. Explicó que se han concretado los cuatro “puntos críticos” con respecto a las entradas y salidas de la ciudad: el paseo de Bizkaia y las rotondas de Garbera, del Polígono 27 y de Martutene. Teniendo en cuenta eso, se han “priorizado” las dos actuaciones citadas: el pinchazo de Marrutxipi prevé mejorar el tráfico del paseo de Bizkaia y la rotonda de Garbera y el nuevo acceso al Polígono 27 mejorará la situación de la glorieta de acceso al parque industrial y la de Martutene. De momento, quedan al margen otras dos posibles actuaciones: el enlace en Zorroaga hacia Hospitales (el desarrollo de Illunbe podría cargar esa zona) y la ampliación de la rotonda de Martutene (el proyecto está redactado desde hace cuatro años). No se hizo referencia al futuro del vial de Carlos I.
888 metros y 6% de pendiente La segunda parte de la comparecencia se centró en el nuevo acceso al Polígono 27. El proyecto de ejecución está completado y solo falta responder a las alegaciones presentadas antes de sacar a licitación las obras y adjudicarlas, según las previsiones, en septiembre, lo que permitiría arrancar los trabajos en octubre. La obra será financiada por la Diputación, que cuenta con una partida de 250.000 euros este año y de más de seis millones en 2020. En principio, los trabajos durarán unos diez meses.
La obra consiste en crear un vial de 888 metros de longitud desde la GI-2132 por Antondegi, con una pendiente del 6% en algunos puntos, de manera que los vehículos que circulen por el Segundo Cinturón o la Autovía del Urumea puedan acceder a él desde la rotonda de Bidebitarte.
Oiarbide explicó que han estado en contacto con los afectados estos meses y que han introducido cambios en el proyecto inicial por valor de alrededor de un millón de euros para responder a sus demandas. Uribetxebarria añadió que se ha intentado alejar el trazado del vial del valle para reducir el impacto visual y acústico de la carretera.
Por parte de la oposición, EH Bildu criticó la solicitud con carácter de urgencia de la comparecencia por parte de la diputada en vísperas electorales para presentar el proyecto y tanto la coalición abertzale como Podemos criticaron que el proyecto del nuevo acceso no esté acompañado de un estudio de movilidad para fomentar el acceso al Polígono 27 en transporte público o en medios no motorizados.