deba - El calendario marcaba el mes de marzo del 2001 cuando la debarra Maite Cortés se aventuró a abrir una primera tienda de ropa en su localidad natal. Consolidada esa actividad, en 2007 se animó a abrir un segundo negocio para la venta de calzado y hace tres años decidió fusionar las dos tiendas en el establecimiento de la calle Lersundi que acaba de hacerse con el premio 10 Bitxiak concedido por la Cámara de Gipuzkoa al mejor comercio del año en Debabarrena.

Su boutique de moda femenina ha sido premiada recientemente por la Cámara de Gipuzkoa. ¿Se lo esperaba?

-En absoluto. De hecho, cuando me llamaron de la Cámara para decirme que mi tienda había sido la más votada en la comarca pensé que se habían equivocado y así se lo trasladé a la persona que me llamó. Pero me dijo que no había ninguna equivocación, que el premio era para mí, así que me llevé una sorpresa muy grata y acudí a la ceremonia de entrega con una satisfacción y una ilusión enormes. Viví ese día como si me estuvieran dando un Oscar.

¿Qué ha supuesto para usted este galardón?

-Una gran alegría porque lo he entendido como un reconocimiento a mi trayectoria laboral, que ya es de 17 años. La actividad comercial está sometida a continuos cambios, con muchas tiendas que abren y otras muchas que cierran? no es fácil llevar tanto tiempo al frente de un negocio y por eso creo que tengo motivos para estar contenta. Además, le doy un valor especial a este premio por el hecho de que se concede a partir de los votos emitidos por los propios profesionales del sector servicios.

¿Ha tenido repercusión el galardón que le han concedido?

-Sí. Han sido muchas las personas que me han felicitado por el premio, tanto en la tienda como a través de las redes sociales.

¿Qué cree que han valorado quienes han votado por su tienda?

-La verdad es que no lo sé. Supongo que por un lado habrán tenido en cuenta mi trayectoria y por otro el producto que oferto, la imagen de la tienda o la atención al público. Siempre intento ser cercana con la clientela y eso permite crear un vínculo que es muy importante tanto para mí como para las personas que vienen a comprar.

¿Cuál es el estado de salud del pequeño comercio en Deba?

-Supongo que bastante parecido al del resto de localidades de un tamaño similar. Recuerdo que cuando empecé apenas había unas pocas tiendas en el pueblo y poco a poco se fueron abriendo más negocios que contribuyeron a dar una vidilla comercial a las calles. Sin embargo, en los últimos años la situación no está siendo nada fácil por la enorme competencia que suponen las grandes superficies comerciales y las ventas por Internet.

Ya que habla de las ventas por Internet, parece bastante evidente que es una realidad que ha llegado para quedarse?

-Eso está claro y por eso, aunque la mayoría de mi clientela no es excesivamente joven y es más de venir a la tienda a probarse la ropa que a comprar on-line, he decidido dar el salto a la red. Ya estoy trabajando en ese proyecto y el próximo año empezaré a ofrecer y vender los artículos a través de Internet.

¿Renovarse o morir?

-Algo así. Pienso que para sobrevivir en la situación actual a los pequeños comerciantes no nos queda otra que amoldarnos a las nuevas tendencias y para ello también debemos ofrecer nuestros productos por Internet. De esa forma podemos llegar a otro público diferente, más amplio, y al mismo tiempo facilitar a la clientela actual que pueda comprar sin necesidad de desplazarse hasta la tienda para ver qué tenemos. Personalmente tengo buenos clientes y clientas en otros pueblos del entorno como Elgoibar, Mendaro, Mutriku u Ondarroa, y creo que ofreciendo mis artículos a través de Internet puedo mostrarles lo que tengo en cada momento.

¿Le gustaría añadir algo más?

-Tan solo dar las gracias. A la clientela que hace posible que cada día venga a trabajar con ilusión y a todas las personas que se acordaron de mí y me votaron para la concesión del premio de la Cámara de Gipuzkoa, que me ha hecho una ilusión tremenda.