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“Amo el atletismo y la fotografía, y este premio une las dos cosas”

El oñatiarra Félix Sánchez se ha llevado el ‘Óscar’ a la mejor fotografía de atletismo de 2018 que concede la IAAF. La imagen corresponde al Cross Internacional de Elgoibar

“Amo el atletismo y la fotografía, y este premio une las dos cosas”Foto: Giancarlo Colombo

oñati - Félix Sánchez es un enamorado del deporte en general y del atletismo en particular. Una afición que no puede entenderse sin la fotografía, su otra gran pasión. Las instantáneas que firma ocupan las hojas de revistas y son merecedoras de numerosos reconocimientos. Imágenes, en definitiva, que no dejan indiferente a nadie, tanto por su indudable calidad técnica, como por saber reflejar a la perfección lo que significa para los deportistas cada una de las pruebas que este oñatiarra inmortaliza con su cámara. El pasado 4 de diciembre recibió el premio a la mejor foto del año que otorga la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF). Su obra, titulada Bendición-Bedeinkapena, fue tomada en la 75ª edición del prestigioso Cross Internacional Juan Muguerza de Elgoibar, y tiene como protagonista al ganador de la carrera, el etíope Selemon Barega, en el momento que cruza la meta y celebra arrodillado su victoria. “Ahora mismo me siento la persona más feliz del mundo”, fue el sentimiento que afloró en este fotógrafo de 39 años cuando recogió el galardón.

¿Qué le lanzó a tomar parte en el certamen que convoca la IAAF?

-El año pasado me quedé con la pena de no participar y en esta edición, que he tenido más tiempo disponible, me he animado. No me resultó complicado elegir la foto, de hecho no tuve dudas. La gente me ha dicho que tengo mejores fotografías y es cierto, pero esta -en alusión a la ganadora- tiene algo especial. El escenario es una pista de atletismo, el contexto es un cross y el gesto de Selemon Barega, que además ha sido uno de los mejores atletas del año, es impresionante, con el barro en la cara, en las piernas... Es una imagen diferente y por eso la escogí.

¿Qué supone llevarse el máximo premio que se puede conseguir en la fotografía relacionada con el atletismo?

-Es un regalo a los años de dedicación a este mundo. Pero, sobre todo, tiene un valor sentimental para mí. El atletismo es un deporte que amo, al igual que la fotografía. Por tanto, que me den un premio que combina ambas cosas, además a nivel mundial, es muy grande; un orgullo.

70 fotógrafos con una trayectoria destacada pugnaban por esta distinción. El nivel era altísimo.

-Así es, pero el premio ha recaído en Bendición. Estoy doblemente contento, por el galardón en sí, y porque la foto está tomada en Euskadi, en el cross internacional de Elgoibar. Soy amigo de los organizadores de este reconocido evento deportivo que ha cumplido su 75ª edición, de modo que esta también es una bonita manera de cerrar el aniversario. Lo vivido en Mónaco, donde se celebró la gala del atletismo mundial, ha sido único e irrepetible tal vez. Emocionante. Allí estaban los mejores atletas del año y auténticas leyendas de este deporte, que han sido mis ídolos -la IAAF otorgaba sus premios anuales-. (El oñatiarra aspiraba a la distinción junto a otros tres finalistas: Morgan Treacey, de la agencia de fotografía Inpho, Michael Steele de Getty Images, y John Sibley del equipo de Action Images y Reuters).

¿Cómo hizo la foto?

-Tirado en el suelo, boca abajo y mojándome. No tengo reparo en mancharme si de lo que se trata es de buscar la imagen más bonita y perfecta. Durante la ceremonia dije que la mitad del premio era de Barega, porque son los deportistas, con sus gestos y formas de manifestarse, los protagonistas de nuestras fotografías. Este tuvo una reacción espontánea, salió corriendo hacia mí y me abrazó.

¿Cómo comenzó su ‘idilio’ con la fotografía?

-Yo empecé a correr con ocho años, era miembro del club de Arrasate, hasta que me lesioné. Estuve unos años apartado, pero quería estar cerca del atletismo. Para entonces ya me gustaba la fotografía, aunque mis inicios en este mundo coincidieron con la era digital. De eso hace trece años.

Y lo ha convertido en profesión. Es un habitual de las competiciones atléticas.

-Lo compagino con mi trabajo en una fábrica porque no puedo vivir solo de la fotografía. Hago de todo, pero lo que más me apasiona es el atletismo, el triatlón y el running. Saco las fotos para la organización que está al frente de diferentes eventos deportivos, así como para las revistas Runners’ World, Sport life y Triatlón.

¿El fotógrafo nace o se hace?

-Aunque hay algo dentro de nosotros mismos que nos lleva a desarrollar unas capacidades más que otras, yo creo que el fotógrafo se tiene que hacer. Yo me he hecho y de forma autodidacta. No hago lo mismo ahora que cuando empecé. He querido aprender y sigo haciéndolo. Muchas veces llego de las carreras enfadado porque no me han salido las cosas como quería. Es el afán de superación... (esboza una sonrisa).

Una instantánea que le haya hecho sentir algo especial.

-Es complicado recordar una sola. Por ejemplo, la primera que me publicaron fue en enero de 2015 en la revista Runner’s World. Una imagen del cross de Llodio.

¿A quién le gustaría fotografiar?

-Durante estos años he llegado a conocer a los que han sido mis ídolos cuando era chaval. En estos momentos no tengo preferencias. Fotografiaría a cualquiera que sea de trato agradable, educado y que me dedique un poco de su tiempo.

¿Cuáles son sus próximas citas?

-El cross de Zornotza, Elgoibar, Donostia... (a través de Instagram, @fotorunners.es, se puede seguir el trabajo de este oñatiarra).