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Labores Otea con el corazón en las manos

La tienda especializada en lanas y telas Labores Otea ha sido galardonada como mejor comercio por la Cámara de Gipuzkoa. Udete Justo comenzó con la andadura hace casi 25 años y sigue con la misma ilusión que el primer día.

Labores Otea con el corazón en las manos

En casa de herrero, cuchillo de palo. Eso dice unos de los refranes más conocidos, y se podría decir que le va anillo al dedo a Udete Justo, propietaria de la tienda Labores Otea de Beasain. “Aunque parezca mentira, no tengo la máquina de coser en casa”, cuenta. Y no es que no sepa coser, ya que es una experta; así lo avalan los casi 25 años que lleva al mando del negocio donde no faltan ovillos, lanas y telas, además de accesorios y todo tipo de productos para crear trajes, vestidos y demás prendas. Este año, además, ha sido distinguida con el reconocimiento 10 Bitxiak por la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, galardón que ha recibido con “muchísima ilusión”.

En muchas casas han sido las mujeres, las madres, abuelas, tías y hermanas las que han ido trasladando el conocimiento del coser de generación en generación; compartiendo así momentos y confesiones. En cambio, no fue así para Justo, natural de Lazkao: “mi madre no sabía coser. Hace unos cinco años que aprendió, pero no tengo la imagen de mi madre cosiendo cuando yo era pequeña. Recuerdo que bajaba hasta el portal de mi casa, donde las vecinas solían unirse para coser, a hacer ganchillo, punto... así fue como aprendí el oficio”, cuenta con una sonrisa amplia y algo emocionada recordando aquella época. Echando la vista atrás, afirma que desde siempre le ha gustado trabajar con las manos, desde bien pequeñita, y que una vez que tenía tiempo y había aprendido hacía ganchillo y punto, “eran muchos los que me pedían que les hiciese arreglos cuando ya sabía coser bien”.

Aunque su afición era más que evidente, ella estudió la carrera de administrativo, y lo ejerció durante solamente un año, cubriendo una baja en el Ayuntamiento de Lazkao. Ella ya sabía por dónde quería enfocar su vida, y estaba innegablemente ligada a las labores. Es por eso que cuando le surgió la oportunidad, se lanzó de lleno y abrió en la calle Andramendi un local donde vendía unas lanas de Infitex, y productos de DMC. “Los inicios fueron muy bonitos. Aprendí mucho con la gente, al final te enseñan muchas cosas. Los trucos que tiene cada uno, otras maneras de coser... fue muy enriquecedor y le guardo gran cariño a esos inicios”.

Después de unos años en esa primera tienda, en diciembre del año 2000, se trasladó a la calle Oriamendi, un local más amplio donde continuar con el trabajo y contar con Sonia Santacreu, ayudante con la que hace “un buen equipo”. Ahí continúan luchando y trabajando para ofrecer a su clientela lo mejor.

fuerte campaña Ahora que se acercan las navidades comienza la campaña más fuerte del año para Labores Otea: “es cuando más vendemos”, comenta la lazkaotarra. Además de vender telas para que cada uno realice su traje tradicional vasco, también ellas mismas las que confeccionan los trajes y también tienen algunos que ya están hechos; una amplia oferta donde hay mucho que elegir.

Es verdad que antes los trajes tradicionales vascos eran más apagados y con los estampados más simples, pero Justo recalca que hoy en día “no hay tendencias”. Así lo detalla: “muchas veces la gente viene y me pregunta qué es lo que se lleva este año, qué es lo que más está de moda. Yo siempre digo que se lleva todo, todos los colores y estilos... por eso es importante que cada uno haga el que le guste, que elija los colores que más le agradan. Eso sí, para los niños siempre recomiendo que se animen con colores vivos”. Pero no se crean que los mayores no son nada atrevidos: “los mayores, a la hora de elegir los trajes de baserritarra no son nada sosos, también se visten de colores vistosos”, reconoce.

En Labores Otea cada uno puede hacerse el traje que más le guste a medida, aunque una vez que entres por la puerta de la tienda es posible que te enamores de todos los tejidos, colores y texturas. Un paraíso en el que perderse y disfrutar.

Y es más, según ella, hay cada vez más gente que se anima a coser. “Quizás ha habido una temporada en la que se cosía menos, pero hoy en día ha ido aumentando mucho”. En la misma tienda ofrecen cursos de aprendizaje, pero ya se encuentran completos. “La gente viene a pasar el tiempo, y a aprender”, relata. Udete Justo también cose en casa, aunque no sea con la máquina: “tengo mi rincón de coser, donde me evado de todo”. Para ella es una vía de escape: “es una forma que tengo para relajarme, pero también para crear. Mi madre se quedo sorda cuando yo tenía dos años, y al final el coser casi se ha convertido en un modo de comunicarme”, dice. De hecho, se relaja de tal manera que no le importa que haya fútbol en la televisión porque en ese momento le dan igual los ruidos, “viajo a mi mundo”.

tienda con valor El año pasado Justo también se presentó a los reconocimientos que otorga la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, pero en aquella ocasión quedo en segunda posición. Este año, también ha querido presentarse, y aunque no tenía mucha fe, ha sido una de las seleccionadas. “Al principio no me lo podía creer, pero sentí una alegría inmensa. Sobre todo cuando me dieron el premio, es en ese momento cuando eres consciente de que ponen en valor tu trabajo”.

En ese instante su mente se llenó de recuerdos, casi al igual que comienzan a aparecer algunas lágrimas de emoción en sus ojos durante la entrevista. “Después de que se supiera que gané el premio mucha gente me ha parado por la calle para felicitarme, para decirme que qué bien, que están muy contentos por mí”, subraya. Y eso, indudablemente, le llena el corazón plenamente, agradecida siempre por la confianza que han puesto y ponen durante estos años en ella y en su tienda.

Es una realidad que los pequeños comercios no están pasando por un buen momento, ya que las grandes superficies producen en masa abaratando todos los costes, y al final muchos se están “comiendo” a las pequeñas tiendas que llenas nuestras calles de color y de vida. “Nosotros también hemos tenido épocas malas, meses en los que pensaba que tendría que echar la persiana abajo”, admite. Además, a eso hay que añadirle el gran cambio que ha tenido la sociedad a la hora de comprar. “Aquí también asesoramos, y ese también es un punto fuerte. No solo compras, sino que les decimos cuánta tela necesitarán y cómo hay que coser. Trucos para que todo salga perfecto”

Siempre luchadora, cree que la clave del éxito está en que a uno le guste lo que hace y reafirma que es por eso que ella sigue adelante. “A mí me encanta mi trabajo, y eso es lo más importante”.