A más de dos millones de euros asciende la reurbanización de Araba Etorbidea, que en 2019 afrontará su primer asalto. La avenida arrasatearra, una de las arterias principales del municipio, recibirá un lifting en clave de accesibilidad, pacificación del tráfico rodado y renovación de servicios. Un lavado de cara en toda regla que tiene como objetivo transformar esta calle en un espacio urbano más amable, amplio y cómodo para el peatón.
El Consistorio ha decidido rescatar un proyecto que se redactó en 2014 y que será revisado para actualizarlo y concretar por dónde se dará inicio a las obras el próximo año. De momento, pasado mañana el Pleno votará la propuesta presupuestaria del equipo de Gobierno, que dedica una partida de 200.000 euros a la primera fase de la inversión plurianual que traerá consigo el cambio de look de Araba Etorbidea.
La actuación abarca el tramo que discurre desde la parcela que ocupó la empresa Polmetasa y la rotonda situada a la altura de la plaza 1º de Mayo del barrio de San Andrés. Empezando por este último punto, la intervención diseñada por la firma de ingeniería donostiarra Asmatu elimina los improvisados aparcamientos sobre la acera (a la altura de Mondragon Lingua), para en su lugar habilitar estacionamientos en línea en ambos extremos de la avenida, adecuando un espacio en la propia calzada con el consiguiente rebaje de las aceras. Esta solución dotará también de plazas el lado de la acera que recorre el pabellón Eskatu.
Además, de acuerdo al proyecto, el aparcamiento que acoge el solar de Eskatu (supermercado BM, el centro cultural extremeño Corazón de Encina?) será reordenado. Según adelanta el concejal de Obras, Servicios y Barrios, Óscar García, se mantendrán “las plazas regladas actuales en batería”, mientras que “las espontáneas” en la zona central desaparecerán para evitar el caos que se genera a ciertas horas. La salida actual de este parking, a su vez, se trasladará a la altura del río Deba, frente a Etxaluze, para facilitar una comunicación más directa con la glorieta de la plaza 1º de Mayo. La entrada al estacionamiento, por su parte, se proyecta un poco antes del semáforo y la marquesina del autobús.
plataforma única Otra de las actuaciones más destacadas prevista en Araba Etorbidea tiene como escenario la zona de estancia de la parada de bus sentido a Aretxabaleta, para la que se contempla una nueva disposición a través de la creación de una plataforma única que situaría al mismo nivel el carril rodado, la acera y el resto de elementos de este renovado espacio. En este punto la carretera perderá su condición de recta y tendrá una pequeña curvatura (se quita el semáforo) para, de algún modo, contribuir “a calmar el tráfico motorizado”, precisa García.
Unos metros más adelante, se acondicionarán más plazas de aparcamiento en línea en ambos sentidos de circulación, a la altura de la antigua nave de Utillajes Uribesalgo.
El rediseño de esta neurálgica arteria estrechará el ancho de la carretera -cada carril tendrá tres metros, tal y como señala el edil socialista-, para encajar en el nuevo puzzle urbanístico las citadas plazas de estacionamiento. Las aceras, al mismo tiempo, se ensancharán y en algunos tramos alcanzarán hasta los 3,5 metros.
Otra de las patas de la reurbanización de la avenida Araba será el bidegorri, cuyo trazado por el lado del pabellón Eskatu enlazará con la vía ciclista del eje Etxaluze-Musakola, pendiente de ejecutar. Además, por la acera del bar Lizarra se abrirá un ramal para que en un futuro este carril bici “pueda empalmarse” con el que ya rueda por el Paseo Arrasate.
Más zonas verdes y un renovado mobiliario urbano contribuirán también a darle nuevos aires a este acceso y salida del municipio. “Es una intervención bajo la filosofía de humanizar los espacios públicos”; añade García.
en varios años La ambiciosa reurbanización de Araba Etorbidea se ha cifrado en 2.013.000 euros. El proyecto recoge sus líneas maestras, que a partir de ahora tendrán que pulir muchos detalles antes de dar el pistoletazo de salida a una obra de gran envergadura para cuya completa culminación tendrán que pasar unos cuantos años, aunque “la lógica apunta que se acometa de forma continuada”, sostiene García. El concejal de Barrios y Servicios estima, por tanto, que la primera fase de estos trabajos no se adjudicará “antes de la segunda mitad de 2019”, de manera que habrá que esperar hasta finales del próximo año para su despegue.