urretxu - Desde el lunes, los vecinos que pasan por delante del ayuntamiento de Urretxu se quedan perplejos ante el tamaño de las banderas que ondean en el balcón de la casa consistorial. Se trata de cuatro banderas de Urretxu, Euskadi, España y Unión Europea de 3,24x2,16 metros cada una. No es que al Ayuntamiento le haya entrado la banderitis que tanto furor está haciendo en otros lugares, sino que se ha visto obligado a cumplir un mandato judicial.
En la anterior legislatura, el equipo de gobierno respondió a la orden de colocar la bandera española en el balcón poniendo las de los países de origen de todos los urretxuarras. Al delegado del gobierno no le gustó la macedonia de banderines y el tema se puso en conocimiento del abogado del Estado.
La resolución judicial obligaba a poner unas banderas de tamaño XXL y el Ayuntamiento ha gastado tiempo y dinero en presentar alegaciones. Finalmente, se le hizo saber que si no colocaba la bandera española gigante para el 3 de diciembre, el alcalde se enfrentaría a la justicia. “Pusimos las mismas banderas que hay en otros ayuntamientos de la zona, pero no bastó. Nos han especificado al milímetro las condiciones que debemos cumplir”, comenta el alcalde, Jon Luqui.
Las enseñas ocupan gran parte de la fachada “Por la decisión que se tomó la anterior legislatura, hemos acabado siendo campeones olímpicos de banderas. Se comen la mitad de la fachada. Pero nadie ha ido a la cárcel por este tema y no voy a ser yo el que lo haga. Lo que nos ha pasado a nosotros les va a pasar también a otros ayuntamientos”.
El Ayuntamiento recibió una fotografía de cómo debía quedar la bandera y ha tenido que enviar otra foto una vez colocada. “El tamaño de las banderas que hemos colocado corresponde a los edificios que tienen entre 10 y 25 metros de altura. Nuestro ayuntamiento tiene 14 metros. Los mástiles deben ser de 4 metros y las banderas de 3,24x2,16 metros. Además, deben ondear. La normativa que regula este tema es de la época de Franco”.
Unas banderas así no se encuentran ni en los bazares chinos. Echaron mano de Internet y se las encargaron a la empresa catalana Doublet Ibérica. Se trata de una corporación internacional especializada desde 1832 en el equipamiento para eventos, colectividades y empresas. Las cuatro banderas han costado 800 euros.