legazpi - La legazpiarra Mari Romero ha presentado esta semana su segundo libro: El pintor de sonrisas. El protagonista es un joven al que le toca sufrir la guerra y la posguerra. La novela es un canto a la esperanza.

El primer libro de Romero contaba la historia de su familia, mientras que en esta ocasión ha publicado una novela de ficción. “Mi padre solía contarnos historias de la guerra y la posguerra. Una de ellas me pareció muy llamativa y comencé a escribir un novela partiendo de ella. Transcurre durante la guerra y la posguerra. El protagonista es un joven con una vida llena de dificultades, pero enormes ganas de salir adelante”.

La novela transmite la importancia de respetar todas las culturas y mantener la esperanza. “Lo importante son las personas, no las fronteras. El protagonista es hecho prisionero durante la guerra por pertenecer al bando republicano, pero en ningún momento pierde la esperanza y con la ayuda de los demás consigue salir adelante. Además, la novela contiene una bonita historia de amor”.

Los sucesos transcurren en varios lugares: el sur de España, los Pirineos, un pueblo de Iparralde, París, Portugal, Sudamérica... “Para describir los lugares me he basado en fotografías de Internet. En el caso de los Pirineos, he contado también con la ayuda de un amigo”, comenta la autora.

Ha publicado la novela mediante crowdfunding. “La editorial ha pagado una parte de la tirada y yo otra. Para sufragar mi parte recurrí al crowdfunding y enseguida conseguí la ayuda necesaria”, señala.

La novela ha obtenido una buena acogida. “A la gente le ha gustado. Algunos me han dicho que se trata de realismo mágico”.

El libro lo ha publicado la editorial Tandaia y se puede adquirir en las librerías Apatxo e Hizkuntza, en el estudio de diseño de Txakel Urarte, en La Casa del Libro y en El Corte Inglés.

Romero tiene concluidos ya otros dos libros en castellano y está escribiendo dos más en euskera. “Me resulta más difícil escribir en euskera y me lo he planteado como un reto”.

El primer libro, La casa de la buhardilla, lo tradujo ella misma al euskera: Bernardo Atxaga le pidió que tradujera un capítulo para la revista Erlea y acabo traduciendo la obra completa.