Estas semanas anteriores a la Navidad, Olentzero se toma un descanso. El suyo es un trabajo duro y se merece unas vacaciones a lo grande, pero por todos es sabido que es un hombre austero y cercano al pueblo. Así, en vez de ir a Ibiza, la Costa Azul o el Caribe a tumbarse en un yate con Cristiano Ronaldo o Paris Hilton, visita Legazpi. Aquí se siente como en casa, pues es un pueblo donde hubo muchos carboneros, que trabajaban para las ferrerías. Además, la fundación Lenbur le ofrece la oportunidad de estar con los que más quiere: los niños. ¿Qué mejor lugar para pasar las vacaciones que uno donde se siente querido? Hasta el 23 de diciembre, Olentzero bajará todos los fines de semana del monte a Legazpi, a estar con niños venidos de toda Euskal Herria. Hablará y se fotografiará con ellos, recogerá sus cartas... Legazpi es el paraíso de Olentzero... y de los niños.

Este año serán cerca de 10.000 los niños y padres que acudirán al encuentro con Olentzero, pero este acto comenzó de una manera muy modesta. Unos padres de Legazpi estaban preocupados porque sus niños no sabían mucho sobre el carbonero y le invitaron a una sociedad del pueblo. Pronto corrió la voz y más niños pidieron reunirse con Olentzero. La fundación Lenbur decidió hacerse cargo de la visita y se la llevó al parque Mirandaola, para que no hubiera problemas de espacio.

Allí, en el Museo del Hierro Vasco, les recibe una cuentacuentos. Les pregunta qué saben acerca de Olentzero, cantan su canción, les explica que trabaja de carbonero... De su mano, los niños aprenden cómo se produce el carbón vegetal, les cuenta que Olentzero trae regalos a los niños de toda Euskal Herria porque en cierta ocasión unos niños le ayudaron a curar a su burro Napoleón, les aconseja no sentir frustración si Olentzero no les trae el regalo que han pedido, les recuerda que al carbonero le gusta mucho la fruta, les pide que dejen también un poco de comida para Mari Domingi...

Después, reciben la visita de Burdintxo. Esta les explica que la ferrería de Mirandaola necesita el carbón que produce Olentzero para ponerse en funcionamiento y salen al parque en busca del carbonero. Le llaman a gritos, hasta que aparece. Olentzero les lleva a la ferrería y allí recoge sus cartas, les da unas castañas, unos patxintxis y unos caramelos y se fotografía con ellos.

Las palabras de Olentzero A Olentzero le encanta visitar Legazpi y reunirse con los niños de toda Euskal Herria. “Me gustan mucho los niños y suelo estar muy a gusto. Me encanta ver sus caras de nerviosismo, ilusión, sorpresa... No me canso de estar con ellos”. Y a los niños estar con él. “Conozco gente que viene de Madrid y de Sevilla”.

Tiene un montón de anécdotas. “Me llevé una gran sorpresa cuando los de la ITV me mandaron una felicitación de Navidad y en ella vi una foto mía. También han utilizado mi imagen en imanes para los frigoríficos. Los vi en una tienda de Zumarraga. Y este año he estado en el Sáhara, visitando a los niños saharauis”.

Los pequeños nunca dejan de sorprenderle. “Hace tres o cuatro años, a un niño de Zumaia, le pregunté por las angulas. Me dijo que su padre solía salir a pescarlas. ¡Al año siguiente me trajo angulas vivas en un tarro de cristal! Su regalo me hizo una gran ilusión. Hay quien me ha traído un puro, los de Oñati me suelen traer bombones, los de Astigarraga y Hernani sidra... Y muchos niños me traen sus chupetes. Y de las cartas, qué voy a decir... Son maravillosas. Las tenemos todas archivadas”.

Olentzero se emociona cuando habla de sus visitas a Legazpi. Y las familias que vienen a la localidad de Urola Garaia también. Lenbur, junto con la visita de Olentzero, les ofrece la posibilidad de visitar el Ecomuseo del Pastoreo (allí les enseñan como se hacen los calcetines de Olentzero), el Museo del Pan, el taller del herrero Ricardo Mediavilla, la escuela de los años 50... Y el primer fin de semana de diciembre tendrá lugar la feria Olentzero Azoka en la plaza de Legazpi, de la mano del Ayuntamiento, los comerciantes y los hosteleros.

Tal y como se ha indicado, Olen-tzero seguirá reuniéndose con los niños hasta el 23 de diciembre. Para concertar cita hay que llamar al 943 730 428 o escribir a mirandaola@lenbur.com.