donostia - El nuevo hotel de la plaza Lasala de la Parte Vieja, gestionado por la empresa Sade, abrirá sus puertas en la primera semana de julio, aunque los futuros clientes pueden reservar sus habitaciones desde hace algunas semanas. Calificado como de cuatro estrellas superior, el establecimiento ofrece 58 habitaciones con vistas al puerto, a la bahía y a la Parte Vieja a partir de 165 euros en verano por habitación, aunque con tarifas desde unos 64 euros en temporada baja.

El edificio, construido en el año 1917, ha sido reformado conservando el estilo arquitectónico de las fachadas de la época, en cumplimiento del Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido de la ciudad y la Sade ha decidido apostar por una iluminación específica que resalte el valor arquitectónico del inmueble y que se estuvo probando el pasado martes. Han utilizado luminarias que tienen escaso impacto visual, con emisiones mínimas que evitan la contaminación lumínica, además de consumos energéticos mínimos, pero han logrado resaltar los contornos de los alféizares de las ventanas y terrazas. La intensidad de la iluminación es, además, regulable.

El inmueble era propiedad del Ayuntamiento, que sacó su venta a concurso en el año 2015. El proyecto presentado por la Sade, responsable también del cine Astoria 7, así como de las salas de cine de la ciudad y del polémico palacio de Bellas Artes, fue el ganador del concurso por su propuesta de negocio, por el empleo que generará (al menos 34 personas) y por la oferta económica planteada, de 14,5 millones de euros.

La identidad visual del hotel es obra de Laura Berthier y utiliza la imagen de un león como isotipo, en alusión a la emblemática escultura de bronce de la plaza, que durante años fue una fuente instalada en uno de los emplazamientos más importantes de la ciudad, junto a la Puerta de Tierra de las desaparecidas murallas.

taberna jarana Hace varios días se dio a conocer, además, que el cocinero Ander González, del restaurante Astelena 1997, será el asesor culinario de la taberna Jarana, el establecimiento de hostelería del hotel. El espacio apostará por recuperar la tradición culinaria y el producto local, según la empresa Sade, que declaró que el establecimiento toma su nombre del antiguo barrio del puerto junto al que se sitúa.

Otro de los lugares privilegiados del hotel será la terraza-solarium de la séptima y última planta, con sofás y tumbonas, además de una pequeña piscina con unas vistas panorámicas del puerto y la ciudad.