donostia - Los delitos aumentaron en Donostia un 2,6% a lo largo del pasado año, según la estadística anual que elabora la Ertzaintza con sus intervenciones. El aumento de 2017 es el más elevado de las tres capitales de la CAV ya que Bilbao registró un crecimiento del 0,47% mientras que en Vitoria la tasa delictiva bajó un 0,9%. Entre los numerosos delitos registrados, 5.045, no se incluyen los anotados por la Guardia Municipal, que no se han presentado aún, pero que son igualmente numerosos. En 2016, la suma de delitos de ambas policías sobrepasó los 11.600.
En Gipuzkoa, el incremento de infracciones registradas por la Policía Vasca fue algo superior en Irun, con un 3% de aumento. La estadística de la Ertzaintza para las ciudades de más de 50.000 habitantes señala que el mayor aumento de actividad delictiva registrada en 2017, respecto al año anterior, se produjo en la localidad vizcaina de Barakaldo, donde el número de infracciones penales creció un 3,7%. En Getxo, por su parte, bajó un 1,9%.
La subida delictiva en Donostia es mayor que la media de Gipuzkoa. Con 81.971 delitos contabilizados por la Ertzaintza en 2017, el territorio elevó un 0,78% su índice, aunque sigue siendo el que menor tasa de criminalidad tiene entre las capitales vascas, con 30,1 infracciones por cada mil habitantes. En el conjunto de la CAV son 37,3 por cada mil habitantes, una tasa muy condicionada por los datos de Bizkaia que, con un índice de 42, se encuentra en la cima y se sitúa muy cerca de la media estatal, que el pasado año contabilizó 43,2 delitos por cada mil habitantes
Los porcentajes de aumento más llamativos en Donostia hacen referencia a los homicidios en grado de tentativa, que aumentaron un 50% y pasaron de los cuatro de 2016 a los seis de 2017. Aunque el pasado año no se registró ningún asesinato en la capital guipuzcoana sí se produjeron agresiones en distintas circunstancias, que en los juicios correspondientes fueron calificadas como intentos de homicidio, por lo que así quedan registradas en la estadística.
Más en concreto, según explicaron fuentes de la Ertzaintza, se trata de cinco intentos de homicidio, con un total de seis víctimas, todos ellos casos leves. En algunos casos, además, ni siquiera se produjeron lesiones aunque fueron calificados judicialmente como amenazas, coacciones y tentativa de lesiones, lo que hace que se engloben en el epígrafe de tipos de homicidio.
En el resto de ciudades de más de 50.000 habitantes de la CAV solo se registró un crimen consumado, concretamente el provocado por unos menores de edad que mataron a un hombre para robarle en Bilbao el pasado mes de diciembre.
libertad sexual En Donostia, los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 48%, aunque las agresiones sexuales denunciadas (violaciones) pasaron de 16 a 15, lo que implica una bajada del 6%. Por el contrario otras infracciones contra la libertad sexual crecieron un 115% y alcanzaron la cifra de 28.
Los delitos contra la libertad sexual son también uno de los puntos negros de la estadística en toda Gipuzkoa, donde el pasado año se presentaron denuncias en un total de 128 casos, un 14% más que en el ejercicio precedente.
Los delitos contra el orden público también aumentaron notablemente en Donostia con un 33,6% más en 2017 que en 2016 mientras que bajaron un 10% las infracciones contra la seguridad colectiva, como las de tráfico de drogas, conducir bajo la influencia del alcohol y drogas y otras.
Por contra volvieron a aumentar los delitos “contra el patrimonio y el orden socioeconómico”, que fueron los más numerosos con un total de 3.657 registrados. De entre todos ellos , los más frecuentes fueron los hurtos (1.614) que, sin embargo, bajaron un 3% respecto al ejercicio anterior.
El pasado año, la Ertzaintza y la Guardia Municipal ofrecieron una rueda de prensa conjunta, que repetirán este año, con la totalidad de infracciones registradas, que sobrepasaron las 11.600. En total, el índice de delitos se había reducido a lo largo de 2016 un 2,4% respecto al año anterior. El descenso fue especialmente llamativo en los robos con fuerza, que bajaron un 16,9%. Los que se produjeron en el interior de viviendas se redujeron un 3%. Por su parte, los delitos contra la libertad sexual crecieron un 9,3% y en su mayoría fueron en el “ámbito de lo privado”.