Sus carteles son un icono del Carnaval tolosarra y seña de identidad del Inauteria más genuino de Gipuzkoa. Y son un regalo de su autor al “pueblo de Tolosa”. Tomás Hernández Mendizabal lleva nada más y nada menos que 50 años firmando el cartel anunciador del Carnaval y con motivo del aniversario que se cumple este año, el Ayuntamiento y el CIT le rendirán hoy un homenaje (19.30 horas) en el salón de plenos, con la participación del grupo Arpegi y la txaranga Kabila, para inaugurar posteriormente la exposición conmemorativa con los 50 carteles en el Palacio Aranburu.
El culpable de que el reconocido pintor y cartelista donostiarra empezara a colaborar con el Inauteria tolosarra fue Antxon Elósegui. Conoció a Hernández Mendizabal en sus visitas a Donostia para entender cómo funcionaba el Centre de Atracción y Turismo en su empeño de crear lo que hoy en día es el CIT. “En aquellos años un grupo de personas estábamos tratando de crear una asociación para que la energía y fuerza que tenía Tolosa con el Carnaval se trasladara al resto del año con diferentes iniciativas sociales y culturales. Contactamos con el CAT en 1965, de cuya junta formaba parte Tomás. Hicimos una amistad entrañable y que se ha mantenido en el tiempo, porque teníamos la misma forma de entender las fiestas populares y su sentido cultural. Surgió la posibilidad de realizar carteles murales del Carnaval y se me ocurrió proponérselo en 1967, a lo que accedió a hacerlo de forma desinteresada”, recuerda el tolosarra Antxon Elósegui.
Tomás Hernández Mendizabal admite estar “expectante” ante lo que le aguarda hoy en Tolosa. “No me esperaba este reconocimiento, la verdad. Para mí tener la posibilidad de realizar desde hace 50 años el cartel de Carnaval de Tolosa ya es todo un premio y me basta con eso”.
El artista donostiarra nació con las pinturas en las manos. “Mi hermano mayor me llevaba diez años y él también pintaba, por lo que en casa es lo que vi y lo que siempre me gustó. Hoy es el día en el que no hay un solo día, ni siquiera domingos, que no vaya a pintar a mi estudio, pero también me gusta mucho ir al monte a pintar”, reconoce.
Constante en su trabajo y apasionado del arte en sus diferentes expresiones, hacia febrero o marzo ya tiene terminado el cartel del Carnaval del próximo año: “me inspiro en lo que veo, me gustan mucho las fiestas populares y he colaborado con el Carnaval de Donostia diseñando durante 42 años carrozas y comparsas, yo encarnaba al personaje de La Muerte, formaba parte de la comparsa de los caldereros... me gusta todo lo que nace del pueblo”.
El donostiarra ya se dejaba ver en Tolosa antes de comenzar a pintar los murales. Recuerda que un año, en la década de los sesenta, llegaron tres amigos en tren desde Donostia vestidos de payasos y se colaron en el desfile. Al día siguiente leyeron en el periódico que se llevaron el primer premio de comparsas pequeñas. “Cuando se enteraron de que no éramos de Tolosa, nos dijeron que no podían dárnoslo”, rememora entre risas el donostiarra.
El disgusto no les dejó sin ganas de volver. Todo lo contrario. Regresó e, incluso, una vez se puso delante de las vaquillas en la plaza de toros: “iba vestido de mexicano y la plaza estaba abarrotada, me quedé parado cerca de la barrera, pero... ¡me llevé un revolcón!”.
Las anécdotas y los recuerdos le asaltan cuando empieza a bucear en la memoria. “Me parecen unas fiestas limpias, bien entendidas por los tolosanos, sanas, en las que a pesar del volumen de la fiesta, no suele haber incidentes graves. El Carnaval ha durado tanto en el tiempo y hay una calidad en las carrozas y comparsas porque vienen del pueblo”, asegura convencido el donostiarra.
En Tolosa tiene los honores de haber sido reconocido Distinguido del Inauteria en el año 1982, reconocimiento que le permitió dirigir la tamborrada desde el balcón consistorial.
Asimismo, en 2003 instaló en las inmediaciones de la plaza de toros de Tolosa una escultura como homenaje al mundo rural, el Carnaval y el toro. Lo hizo como un gesto, uno más, de generosidad hacia el pueblo de Tolosa, por todo lo que le ha dado durante tantos años.
Tomás Hernández Mendizabal lo tiene claro: “si los tolosarras me aguantan y si los políticos así lo quieren, conmigo podéis contar hasta que me muera”. Su agradecimiento al pueblo de Tolosa y al CIT es inmenso. “Con esta gente se puede ir a cualquier lado”, concluye el artista.