donostia- Donostia inicia la semana con la resaca festiva a cuestas y con un magnífico sabor de boca porque las 24 horas más intensas del año hayan transcurrido sin mayores problemas.
Al coincidir la fiesta con el fin de semana, Donostia se quedó pequeña para acoger a donostiarras y visitantes, muchos de ellos llegados de distintos municipios del territorio.
El alcalde, Eneko Goia, expresó su satisfacción por la manera en la que discurrió el día de San Sebastián que calificó de “incomparable”. “Hemos vivido unas fiestas en las que todo ha salido muy bien” se congratuló Goia, que subrayó que la diversión ha sido la tónica de la jornada y también de la víspera. “La gente ha disfrutado enormemente”, añadió.
En su opinión, a este éxito han contribuido incluso “las malísimas previsiones” meteorológicas. Y es que finalmente la lluvia respetó una de las citas más importantes y entrañables de la fiesta; la Tamborrada Infantil. “Al final no se ha cumplido lo que se había anunciado y creo que esto ha hecho que disfrutáramos más”, aseguró el primer edil.
Desde el primer momento, desde que en la vispera se entregaron las Medallas al Mérito Ciudadano hasta el acto del Tambor de Oro, “todo ha sido alegría”, destacó Goia, que se felicitó por “el buen humor” reinante en la fiesta del patrón de los y las donostiarras.
“La gran participación de la ciudadanía hace que el balance sea excelente”, concluyo un más que satisfecho Goia, que ha vivido 24 horas frenéticas acudiendo y disfrutando de los actos programados.
Especialmente emocionado se mostró el primer edil donostiarra en la entrega del Tambor de Oro a Richard Oribe, uno de los principales protagonistas de la fiesta.
récord en Dbus Esta ha sido una fiesta de “récord histórico” para Dbus, cuyos servicios han sumado casi 195.000 viajes en poco más de 24 horas. Este es un dato provisional que supone un incremento del 7,4% respecto a 2017, 181.513 viajes.
Esta subida ha sido posible, entre otros motivos, por el esfuerzo llevado a cabo por Dbus al reforzar las líneas a todos los barrios durante la tarde del día 19, antes de la izada, a lo largo de toda esa madrugada y el día 20 hasta las 4.00 horas, cuando finalizaron los servicios extraordinarios.
La línea más utilizada fue la de Altza, con 24.237 viajes; seguida por la de Amara, 23.664; Benta Berri, 21.514: Amara-Martutene, 11.664 y Gros-Amara, con 10.387.
Los responsables de Dbus se congratularon por el hecho de que los donostiarras hayan vuelto a elegir los autobuses urbanos para moverse por la ciudad en una fecha tan señalada, en la que las cada vez más numerosas tamborradas dificultan la circulación con lo que, en ocasiones, los viajeros tuvieron que esperar algo más de lo que resulta habitual y aceptaron “con paciencia” los distintos cambios que se incluyeron en los servicios.
El reloj sonó. El reloj de la Biblioteca Municipal funcionó sin problemas en el acto de la Arriada. Este periódico informó de que por un fallo en el sistema eléctrico del reloj más emblemático de la ciudad un operario había tenido que dar las doce campanadas con un martillo, con un par de minutos de retraso. El estruendo reinante en la plaza pudo provocar que el ruido de las campanadas llegara algo diluido, aunque según puntualizaron los responsables técnicos el reloj funcionó como estaba previsto.