donostia - En los próximos meses Donostia pasará a contar con cerca de 40 nuevas máquinas expendedoras de preservativos en el interior o el exterior de edificios de titularidad municipal, como centros culturales, polideportivos y albergues.

El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, explicó ayer que ya se ha rematado el estudio que la institución local encargó con el objeto de “solucionar” el problema generado tras la imposición “de una sanción porque la instalación de una de estas máquinas en el exterior de una farmacia” provocó que una persona se golpeara con la misma y el aviso de retirada para el resto de las situadas en la calle.

El próximo día 17 representantes del Ayuntamiento, del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa, de la Coordinadora anti Sida y de Gehitu se reunirán para estudiar la forma en la que avanzar en la implantación de las nuevas máquinas.

Según Ramos, previsiblemente al Consistorio le corresponderá la tarea de habilitar los puntos en los que colocar las expendedoras, incorporando tomas de luz y realizando la obra civil necesaria en las fachadas cuando se ubiquen en el exterior.

El Colegio de Farmacéuticos “colocará y repondrá” las máquinas y la Coordinadora anti sida y Gehitu asumirán la responsabilidad de “difundir y dar a conocer” esta campaña.

En esta misma reunión, anunció el edil de Urbanismo, el Colegio de Farmacéuticos propondrá la instalación de expendedoras cuyo diseño no entorpezca el tránsito en las aceras.

Hasta la fecha, tras disponer de las conclusiones del estudio, el Ayuntamiento ha avanzado en su aplicación manteniendo reuniones con las direcciones de las áreas que gestionan los 26 centros que pueden dar cobijo a alguna de las máquinas.

Un máximo de 40 expendedoras, 30 en el interior de los edificios y una decena en el exterior, irán instalándose en 13 polideportivos, en los centros culturales de los barrios, en los tres albergues de titularidad municipal -Ulia, La Sirena y Uba- y en la Casa de las Mujeres, entre otros emplazamientos.

En todos ellos las expendedoras se colocarán en el interior en un punto próximo a la entrada y salida del local. Pero no en todos podrá colocarse una en el exterior y, cuando esto sea posible, siempre estarán en un lugar en el que no moleste y debidamente iluminado.

A futuro se irán poniendo en la ciudad máquinas de un “modelo homologado” que irán sustituyendo paulatinamente a las que se vayan deteriorando. Cuando se coloquen en un nuevo emplazamiento, en todos los casos se tratará de que sea de este modelo que tiene un impacto menor en la vía pública.

Todavía, explicó Ramos, no se puede hablar de plazos, ya que es este un proceso en el que el Ayuntamiento va de la mano de otros organismos y entidades. “El trabajo del Consistorio no es difícil, habilitar el espacio, y tampoco tiene mucho coste”, añadió el edil, que aseguró que es voluntad municipal dar inicio a la implantación “lo antes posible”.

Por su parte la delegada de Igualdad y Participación, Duñike Agirrezabalaga, se congratuló por la iniciativa. Según apuntó, los datos que baraja Osakidetza evidencian que la población ha bajado la guardia en materia de protección ante enfermedades de transmisión sexual.

“Es muy importante que el Ayuntamiento se implique en la prevención de estas enfermedades, en especial el sida, poniendo a disposición de este objetivo los edificios municipales”, declaró Agirrezabalaga,

Ambos ediles coincidieron en subrayar la importancia que tiene que la ciudad cuente con un buen número de máquinas expendedoras que funcionen “las 24 horas del día los 365 días del año”.