DONOSTIA - Aunque la benigna climatología reinante ha impedido que el otoño haya llegado a Donostia con el tradicional manto de hojas en el suelo, el Ayuntamiento ya está preparado para actuar y proceder a su retirada, para lo que ha contratado personal de refuerzo, que podrá trabajar en distintos turnos manualmente o con la maquinaria de la que se dispone.
El delegado de Vías Públicas, Miguel Ángel Díez, explicó que las lluvias que se esperan para el fin de semana podrían provocar un aumento del volumen de hojas depositadas en aceras y calzadas, por lo que se extremará el celo en su recogida, prestando especial atención a bocas de alcantarillas y sumideros.
“Los propios operarios de la limpieza son los que se encargan de esta tarea”, señaló Díez, que recordó que el operativo para la recogida de la hoja está dispuesto casi desde el momento en que se le da la bienvenida al otoño aunque su funcionamiento está condicionado por la climatología.
Aunque el Consistorio cuenta con maquinaria específica para este menester, la labor de los operarios es fundamental. Según aclaró el concejal de Vías Públicas las máquinas no pueden acceder a todos los rincones y es el personal de la limpieza viaria el que, con rastrillos, va generando montones que se recogen mecánicamente.
Con posterioridad el follaje es llevado por camiones hasta las cajas situadas en distintos puntos de la ciudad: dos en El Infierno, dos en Sagüés, una en Anoeta, una frente el campo de fútbol de Matigoxotegi y una en Martutene.
Además, el Consistorio cuenta con otra caja itinerante que se va colocando donde hay necesidad, como en las inmediaciones del Hipódromo, el parking de Ulia y Miramon. En el caso de que resultara necesario existen otras dos cajas de repuesto para llevarlas a aquellos lugares en los que se acumulan más hojas.
El vaciado de estos depósitos se lleva a cabo por un camión que llega a trabajar a tres turnos para garantizar que siempre haya espacio disponible. Posteriormente todas las hojas que se recogen, recordó Díez, se llevan al vertedero de San Marcos.
funcionamiento Cada mañana once barredoras de pequeño tamaño salen a las calles y plazas de la ciudad con el único objetivo de recoger hojas. Pero este no es el único operativo mecánico que se activa con esta finalidad ya que también se cuenta con seis barredoras de calzadas de muy alto rendimiento, que solo se utilizan en esta temporada del año y que tienen un alto coste económico, en torno a 200.000 euros cada una.
En horario de tarde-noche se hace uso de tres barredoras, realizándose asimismo trabajos de baldeo de las calles. En este periodo de tiempo también se puede recurrir a las barredoras de gran tamaño, siempre y cuando se constate que hay necesidad.
Además, el servicio de limpieza viaria cuenta con un recolector que se utiliza en las zonas con gravilla. Y es que, tal y como explicó el concejal de Vías Públicas, en este tipo de calles se debe hacer una retirada de las hojas en superficie, dado que de lo contrario “se abrirían surcos en la gravilla” y habría que proceder, con posterioridad, a recolocar dicho material.
El uso coordinado de medios mecánicos y recursos humanos, subrayó Díez, dio un resultado satisfactorio el pasado año, de ahí que el Ayuntamiento haya decidido repetir el operativo este otoño.