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Las obras de perforación de la pasante del topo comenzarán en febrero

Antes, en noviembre, se empezará a preparar el terreno y las instalaciones El inicio será en las ‘rampas de ataque’ de la avenida de Zarautz y Pío Baroja

Las obras de perforación de la pasante del topo comenzarán en febrero

DONOSTIA - Aunque todavía queda mucho por delante para que la pasante del Topo sea una realidad que dé servicio a Donostialdea -algo que si el calendario se cumple será en 2022- es esta una actuación que despierta gran interés y suma defensores y detractores.

Pero si hay un colectivo que manifiesta, más que otros, ganas por saber cómo se van a desarrollar las obras y cuáles serán las afecciones de las mismas este es el de los vecinos de las zonas afectadas. El cuerpo técnico encargado de planificar y ejecutar las intervenciones está dando cumplida información en las reuniones previstas con tal fin. La última se celebrará el día martes 24.

Antonio López, director de Obra, y Julián Ferraz, director de Proyecto, llevan el peso de estas charlas que se convocan por zonas y en las que se da respuesta a las dudas en torno a la primera fase de los trabajos que comenzará en noviembre, aunque las perforaciones no se prevé que se inicien hasta febrero de 2018.

Previamente habrá que preparar el terreno en los dos puntos en los que arrancará la obra del primer tramo: el Lugaritz-Miraconcha. Para este trazado se abrirán al unísono dos “bocas de ataque”: una rampa en la avenida de Zarautz y otra en Pío Baroja, que es “el punto de unión de los dos tramos”.

La primera tendrá 200 metros y la segunda, 500. Desde esos dos puntos comenzará la perforación, cuatro o cinco metros diarios, para lograr avanzar cien metros lineales al mes. Otro enclave sobre el que también se actuará es el entroque de la avenida de Zarautz con Eugenio Imaz, que funcionará como “boca de ataque complementaria”, donde se colocarán casetas de obras e, incluso, un pequeño taller de reparación de maquinaria.

Cuando esté finalizada la estación de Benta Berri, excavada en la ladera de Montpelier, tendrá dos accesos, uno en la propia plaza y otro junto al polideportivo, con un ascensor en la calle Zarautz.

Otro punto que tendrá afecciones será la calle Aizkorri, donde se abrirá una boca de ventilación que, finalizadas las obras, se mantendrá aunque desde la superficie solo se verá una rejilla. En este caso la obra afectará a un carril de circulación.

preparación En noviembre comenzará la preparación del terreno, incluido el desvío de servicios y la instalación de elementos como la balsa donde se limpiarán los camiones para que sus ruedas no ensucien el camino.

La perforación se llevará a cabo, casi en su totalidad, en roca y a una profundidad suficiente para que, según apuntan los técnicos, las viviendas bajo las que discurre o las que se hallan en las zonas colindantes no noten vibraciones ni se vean afectadas por grietas. Se hace así también para “evitar los fangos y las marismas antiguas de Benta Berri y el Centro”. El avance de las obras irá acompañado de una comprobación de “las tensiones del macizo rocoso”, al que se aplicarán “distintos sistemas de sostenimiento”.

Abrir túnel en roca resulta “más barato” que avanzar perforando otro tipo de material menos firme. Desde el inicio se descartó hacer uso de explosivos, técnica que no se utiliza en zonas urbanas, o de maquinaria de “ataque puntual”, decantándose por métodos similares a los usados en las obras del metro de Bilbao.

La maquinaria pesada que se utilizará irá, en cierta medida, limando el terreno para que los camiones vayan sacándolo a la superficie, tarea esta que podría ser una de las que mayores molestias generen en el entorno. “No hay obras sin molestias pero vamos a procurar minimizarlas”, apunta López.

La maquinaria encargada de la perforación “una vez que entre no volverá a salir” hasta que finalice la obra y solo se verán los camiones, aunque estos únicamente trabajarán con horario diurno con el fin de no generar molestias en el descanso de los vecinos. También, y con idéntico fin, se trabajará en horario diurno cuando la perforación se aproxime a las bocas, donde se alcanza menor profundidad.

El 100% de las viviendas bajo las cuales discurrirá el nuevo trazado, el 80% de la segunda línea y el 50% de las que se hallan en una zona colindante -así como las que así lo soliciten y se considere justificado hacerlo- serán revisadas antes de mayo de 2018 y, siempre, con anterioridad a que las obras lleguen a la zona. La revisión es voluntaria y solo se realizará previa autorización de la persona propietaria de la vivienda y tras colocar carteles de aviso en los portales. También se revisarán aquellas viviendas de un ámbito algo más extenso que se hayan “movido en una década”, estudio histórico que se halla en elaboración.

Iniciada la obra, aseguran , no contemplan ningún riesgo para las viviendas, aunque en el caso de que aparecieran grietas “se parará hasta buscar una solución”. “Consideramos que vamos con suficientes garantías de seguridad”, añaden.

Este primer tramo tendrá un coste de 38 millones de euros. Cualquier persona que necesite más información puede obtenerla en la oficina de la estación de Easo, la web topo.eus o planteando cualquier cuestión a través del correo topo@ets-rfv. eus. A pie de obra habrá también una persona que atenderá todas las dudas y quejas que se le hagan llegar.