donostia - El festival Donosti Belle Swing, cuya primera edición se celebró en 2016, es un evento dirigido a amantes del swing. Organizado por la asociación Donosti Lindy Hop Dantza eta Kultur Elkartea, promotora de la cultura, música y bailes inspirados en el jazz clásico, el festival comenzó ayer y se prolongará hasta el domingo. Será, por tanto, un fin de semana repleto de música y baile. El festival cuenta ya con 165 inscritos de siete países, y en la fiesta abierta se esperan más de 220 personas.

Este año, gracias a la ayuda del Ayuntamiento (Donostia Kultura) y de Kutxa Fundazioa, el festival Donosti Belle Swing ha adquirido otra dimensión con respecto a su primera edición, ya que tendrá doble sede: el Palacio Miramar y el Kursaal.

El festival dio comienzo ayer por la tarde, con una recepción y baile en el salón de plenos del Ayuntamiento (el antiguo salón de baile del Gran Casino) a la que estaban invitados tanto los participantes en el festival, como la ciudadanía de Donostia.

En la mañana de hoy, y durante el día de mañana, los bailarines participantes disfrutarán de clases de baile impartidas en el Palacio Miramar por profesores de lindy hop de renombre: concretamente, Pep Espigol y Emi Garrote de Barcelona; Scott Cupit y Serena Rizzo, de Reino Unido e Italia; y Anne Helene y Bernard Cavasa, de Francia.

Asimismo, esta noche tendrá lugar en el Kursaal una gran fiesta de baile con música en directo de la mano de las bandas de swing The Swind Garret (Zaragoza), Doc Scalon’s Cool Cat Combo (Barcelona) y Professor Cunningham and his Old School (Nueva York), y música pinchada por el DJ Mr. Patxi Crazy Legs. El evento estará abierto al público (con aforo limitado) y será una excelente oportunidad para acercarse a descubrir qué es eso del swing.

Por último, el domingo por la tarde se repetirá en el Boulevard el baile al aire libre (también llamado “clandestino”) que en la edición del año pasado tanto éxito tuvo entre los transeúntes. El DJ de la escena swing donostiarra, Mr. Patxi Crazy Legs, ofrecerá sus mejores temas para que tanto experimentados como novatos puedan moverse al ritmo de su musica.

Emparentado con el claqué o, entre otros, el charlestón, el lindy hop o swing se popularizó en locales tan míticos como el Savoy de Harlem (Nueva York) durante la década de los 30 del Siglo XX gracias a bailarines como Shorty George Snowden, Frankie Manning y los Whitey’s lindy hoppers. Hoy, las chicas y chicos de Donosti Lindy Hop lo recuperan, homenajean y reviven con cada una de las distintas actividades que periódicamente desarrollan en Donostialdea sin ánimo de lucro.

El lindy hop es un baile social de influencia afro-americana que llegó a ser calificado en 1943 por la revista Life como el “baile nacional” de los Estados Unidos. Su estilo dinámico, divertido y espectacular se identifica en el imaginario colectivo con “los locos años 20 y 30”. Hoy en día se ha convertido en un movimiento cultural de alcance global.

Donosti Lindy Hop Donosti Lindy Hop es una asociación sin ánimo de lucro fundada en 2016 con el objetivo de difundir la música y baile asociados al jazz clásico y otros estilos afines, principalmente swing y lindy hop, teniendo también cabida otros Vintage Jazz Dances como el charlestón, balboa, blues y claqué entre otros.

Actualmente organiza, además del Festival Donosti Belle Swing, numerosas actividades gratuitas y abiertas al público de manera periódica, como el itinerante Clandestino y Legal al aire libre, o el Swing Merkatuan.

Podría decirse que el lindy hop existe hoy en Donostia (y en Euskadi) gracias a la bailarina y profesora de baile Ana Mínguez, que hace 16 años comenzó a enseñar en Gipuzkoa ese baile entonces tan poco conocido dentro de nuestras fronteras, y a contagiar a nuevos bailarines su pasión por el swing. Su propósito de crear una comunidad swing en Donostia le ha llevado durante estos años a organizar multitud de bailes, fiestas, talleres, etc. Gracias a esto y a las personas que pronto se sumaron al movimiento, “la escena lindy” de Donostia ha ido creciendo poco a poco, y ya son muchos los que tienen ganas de bailar.

En ese contexto, en verano de 2015, durante el Summer Camp de swing en Francia, un pequeño grupo de bailarines veteranos de Donostia decidió dar el salto y crear una asociación. Desde entonces se han sumado a su proyecto muchos lindy-hoppers más, y la asociación se mueve hacia adelante con ilusión. La asociación cuenta hoy con medio centenar de socios. - N.G.