Síguenos en redes sociales:

“Me hacía ilusión que la gente conociera la aportación que realizó mi amona en el campo etnográfico”

El Ayuntamiento de Tolosa acoge hoy (19.00) la presentación del trabajo etnográfico sobre el traje vasco que realizó la tolosarra Elena Tuduri en 1920. Su nieto, Emilio Latorre, lo ha editado con el fin de sacarlo a la luz y darlo a conocer

“Me hacía ilusión que la gente conociera la aportación que realizó mi amona en el campo etnográfico”Marta San Sebatian

Tolosa - Con el documento en su poder desde 1979, Emilio siempre tuvo en mente la idea de sacar del cajón el trabajo de su amona Elena. “A mí, y también a mi padre, nos emocionaba la idea de dar a conocer quién fue Elena Tuduri y qué hizo en vida”, reconoce Emilio Latorre. La publicación ha sido posible gracias al departamento de Cultura de la Diputación, Andia Kultur Elkartea, Ayuntamiento de Tolosa y Museo San Telmo, y el próximo jueves tendrá lugar una segunda presentación en el Museo San Telmo.

¿Cómo surgió la idea de sacar a la luz este trabajo de su abuela?

-Cuando se vació la casa de mis abuelos en Madrid mostré interés por el trabajo y desde entonces lo tengo yo. Siempre he tenido la idea de hacer algo con él, pero me ha costado más tiempo decidir hacerlo que hacerlo. Cuando me integré en Andia Kultur Elkartea mis compañeros me dieron el último empujón.

¿Quién fue Elena Tuduri?

- Mi amona nació en Tolosa en 1893, hija de un industrial papelero, tuvo la posibilidad de cursar estudios superiores. Se trasladó a Madrid para matricularse en la Escuela Superior del Magisterio. Tras aprobar las oposiciones, fue catedrática de Escuelas Normales en varios lugares; en Las Palmas de Gran Canaria, Vitoria-Gasteiz -donde se criaron sus cinco hijos- y tras la guerra civil, en Toledo y Guadalajara.

¿Y cómo se especializó en etnografía textil?

-En la Escuela Superior del Magisterio de Madrid el profesor Luis de Hoyos creó el Seminario de Etnografía en el que participó mi abuela. En realidad, el trabajo es una memoria de investigación que ella presentó como trabajo de fin de carrera y tiene por título El traje y otros asuntos de etnografía vasca (1920). Después, en Madrid en 1925 se celebró una Exposición del Traje Regional donde, por cierto, se perdió bastante material. Yo tengo la suerte de conservar la copia con el trabajo íntegro que mi abuela guardó en su casa.

¿En qué ha consistido su trabajo?

-He transcrito la memoria de investigación intentando ser fiel al original. Había referencias, términos y personas que he intentado aclarar para facilitar la lectura de un documento que fue escrito hace 100 años. Asimismo, el trabajo carecía de una bibliografía, por lo que he localizado todas las citas y las he completado en una bibliografía final.

¿Qué valor etnográfico tiene el trabajo?

-Es un trabajo riguroso que tiene un gran valor etnográfico; en la primera parte se aborda el traje vasco, con fotografías, dibujos y patrones realizados por ella. En la segunda parte se amplía el trabajo a “otros asuntos de la etnografía vasca”. Cuando ella iba de caserío en caserío haciendo el trabajo de campo, además de trajes le mostraban otros lienzos, que estaban ligados al culto a los muertos o eran piezas del arreo de los recién casados, como hil-zapiak (paños mortuorios), ohazalak (fundas de edredón vasco donde metían lana) o zamauak (paños para ofrendas). Ella estaba especializada en etnografía textil y, aunque empezó a estudiar el traje vasco, una cosa le llevó a la otra.

¿Siguió estudiando este campo?

- En su estancia en Gasteiz coincidió con Jose Miguel Barandiaran y publicó alguno de sus trabajos en la revista Eusko Folklore que fundó Barandiaran y que editaba Eusko Ikaskuntza. También participó en conferencias de los Cursos de Verano de San Sebastián. Tras la guerra se trasladó con la familia a Madrid.

Fue una mujer adelantada a su tiempo...

-Sí. Es cierto que en su familia había posibles para que los hijos pudieran estudiar, pero normalmente lo hacían los hombres. Las mujeres cocinaban, cosían y, como mucho, recibían formación musical. Es de reconocer que sus padres tuvieran la amplitud de miras para que todos sus hijos e hijas que así lo quisieran pudieran estudiar.

¿Qué recuerdo guarda de ella?

- Falleció en San Sebastián de los Reyes, donde vivía, con 86 años. Yo tenía entonces 18 años. Una enfermedad degenerativa lastró sus últimos años de vida y me daba pena que la gente no conociera quién fue y qué hizo Elena Tuduri.