Sutargi calienta motores

El reto era reclutar a cantores de las cinco corales de la villa. Y la respuesta no ha podido ser más positiva. Miembros del Orfeón Bergarés, Alai taldea, Aritzeta, San Joxepe y el coro parroquial se han subido al tren de Sutargi, que debe su nombre al símbolo del fuego y las fogatas que visten de tradición el solsticio de verano, en cuyas fechas tendrá lugar su presentación en sociedad.

“El pasado verano hice un curso de dirección de coros y saqué la titulación del primer nivel. Llevaba un tiempo dándole vueltas a la idea de poner en práctica lo que he estudiado y emprender un proyecto propio. Así que lancé la invitación a las cinco formaciones corales de Bergara y estoy contento con la aceptación que ha tenido”, comenta Garitano. Este joven de 17 años ha hecho de la música su inseparable compañera de viaje. Toca diferentes palos: canta, desliza sus dedos sobre las teclas del piano y ahora se estrena en el papel de director.

“En el primer ensayo me di cuenta de que había chispa. ¡Qué bonito sonaba..., y suena!. Está siendo una experiencia impresionante”, asegura mientras dibuja una sonrisa en su rostro.

Al primero que le contó su idea de formar un coro fue a su abuelo. “Se echó las manos a la cabeza”, recuerda sin poder contener la risa. Hoy es el día en que Pedro Garitano, miembro del coro parroquial, pone también su voz a Sutargi. “Estoy contento y, a su vez, sorprendido por esta faceta de mi nieto enseñando”, manifiesta con orgullo de aitita.

repertorio En los últimos meses Aitor ha recopilado un repertorio “sencillo y alegre”, al que le ha hecho sus propios arreglos. “Entre ocho-nueve obras” sonarán en el concierto que el 24 de junio acogerá la iglesia de Santa Marina (20.00 horas). “Son piezas de folclore vasco y tradicionales de Bergara”, adelanta. Pello Joxepe, Baga, biga, higa, Ave María Purísima de Eustaquio Azkarate o el Agurra que interpretaban los míticos Urretxindorrak. Al piano les acompaña la bergararra Leire Ugarte, y Marco Rodríguez y Alaitz Almortza harán lo propio al saxofón y trombón, respectivamente.

Sutargi nace con vocación de tener continuidad. Su impulsor ve en este proyecto una oportunidad de “unir a los coros del pueblo para que hagan cosas juntos”. Ya tiene en mente una segunda cita para mediados de diciembre. “El objetivo no es establecer un dinámica de ensayos cada semana, sino preparar un concierto de vez en cuando”, explica Aitor. Aunque, de momento, toda la ilusión está puesta en el próximo mes; en el día del estreno.